El seleccionador mexicano Juan Carlos Osorio pidió disculpas por su comportamiento, pero lo justificó porque "no se puede pasar la frontera de la violencia", este jueves en Sochi, tras ganar 2-1 a Nueva Zelanda en un partido marcado por dos incidentes violentos.

"Quiero ofrecer disculpas, me pasé de tono con un asistente de ellos. Respetamos su idea de jugar directa y física, pero cuando eso pasa el límite y es un atropello al 'fair play', ése es mi límite de aceptar las cosas", dijo Osorio.

El técnico estalló de ira a la media hora de juego, cuando su defensa Carlos Salcedo se lesionó en un hombro y Nueva Zelanda siguió la jugada, rozando el gol a través del delantero Chris Wood.

"Pasaron varios segundos en los que nuestros jugadores les pidieron que pararan la jugada. Cuando es un juego directo que pasa la frontera de la violencia, no se puede permitir", añadió Osorio. "Me ofendió y perdí el control, la cámara me persigue a mí, pero el asistente de ellos fue culpable directo de lo que pasó", dijo.

Los periodistas preguntaron al entrenador colombiano qué le había dicho el asistente: "No puedo repetir lo que me dijo en español, se acabó, pero él sabe lo que dijo".

Además la recta final del partido quedó marcada por una fea pelea entre jugadores de los dos equipos después de que México cortara un contraataque neozelandés. Tras consultar el video de asistencia y varios minutos de confusión, el árbitro gambiano Bakary Gassama cerró el asunto con tres tarjetas amarillas.