Después de terminar en el lugar 11º del Mundial de Atletismo de Muscú, la lanzadora de bala chilena, Natalia Ducó, aseguró que "lo di todo" aunque no ocultó su amargura por no haber llegado más lejos.
"Tengo una sensación de haber querido estar ahí haciendo tres tiros más", dijo Ducó, quien acto seguido manifestó que "pero te juro que lo di todo. Ahora estoy muerta, me duele hasta el alma".
En todo caso, para la deportista también sacó cuentas alegres de su participación. En efecto, su paso a la final ya fue un hito para el deporte chileno pues ya habían transcurrido 20 años desde la última ocasión que un chileno se entreveraba en una final: Gert Weil, también en bala, sexto en el Mundial de Stuttgart 1993.
"Este mundial fue toda una odisea. Pensé en no venir a este Mundial por una lesión, pero nos arriesgamos. No sé lo que tengo. No me quise hacer la resonancia, es que no quería saber lo que tenía. Al final fue como me dijo mi entrenadora, 'eres una monstrua'", dijo Ducó.
También habló de la importancia de su entrenadora, Dulce Margarita García. "Ella me ha formado desde chica. Vino a Chile a hacer milagros, en un país que no tiene nivel ni cultura deportiva, para demostrar que se puede. Con dedicación y entrenamiento duro todo es posible".
Ducó se entusiasma con su futuro, en el que ya tiene anotado para 2014 participar en el mundial bajo techo en Sopot, Polonia; los Juegos Odesur, y en pruebas de la Liga Diamante. "Amo lo que hago. Sé que no tengo límites", cerró Ducó.