Mientras las autoridades japonesas señalaban que la situación estaba bajo control en la planta nuclear de Fukushima Daiichi, a 240 kilómetros al norte de Tokio, columnas de humo en dos de los reactores arrojaron nuevas dudas sobre el manejo de la crisis.
El gobierno dijo que se había recuperado el suministro eléctrico en tres reactores, lo que permitiría poner en funcionamiento el sistema de enfriamiento de las instalaciones.
Pero la salida del humo en el reactor 3, primero, y en el 2, después, muestra que todavía hay variables impredecibles.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), supervisor de Naciones Unidas en el tema nuclear, afirmó que ha habido progresos pero que la situación continúa siendo grave.
La central de Fukushima Daiichi resultó dañada durante el terremoto y el posterior tsunami que afectó el noreste de Japón hace diez días.
Según las últimas cifras oficiales, el movimiento telúrico dejó al menos 8.500 muertos y más de 13.000 desaparecidos. Pero como admiten las mismas autoridades, el número de víctimas podría multiplicarse.
CONTAMINACION
A diez días de la tragedia, la situación está lejos de una solución.
Incluso en los tres reactores que recuperaron el suministro eléctrico, falta determinar si esto será suficiente para restablecer el sistema de refrigeración, esencial para prevenir la filtración de radiación.
La situación es mejor en los reactores 5 y 6, separados de los otros cuatro y que usan un tipo distinto de combustible.
No obstante, según pruebas efectuadas en muestras de leche, espinaca y verduras en las inmediaciones de la central de Fukushima, los niveles de yodo radiactivo hallado son siete veces más altos que el límite establecido por la ley.
El gobierno ha suspendido la exportación de leche de la región de Fukushima y de espinaca de la prefectura de Ibaraki, y este martes decidirá si amplía esta prohibición.
El subsecretario del gabinete japonés, Tetsuro Fukuyama, intentó calmar a la población asegurando que estos niveles de radiactividad no representaban peligro alguno para la salud humana.
"Personalmente, nunca dejé que mis hijos tomaran mucha leche, pero con los actuales niveles de contaminación no dudaría en permitirles que consuman espinaca y leche", comentó.
Sin embargo, la noticia de que el agua potable en Tokio tenía rastros de radiación -aunque 100 veces por debajo del límite legal- pone de relieve la gravedad de la situación.
LOS TRABAJOS Y LOS DIAS
Unos 300 ingenieros han luchado por estabilizar los seis reactores nucleares de la planta de Fukushima, luego de que el terremoto y el tsunami destruyeran el sistema de refrigeración.
En el reactor 1 y 2 los expertos han instalado cables para tratar de restablecer el suministro eléctrico y reactivar el dispositivo de enfriamiento.
En los reactores 3 y 4, equipos militares y de bomberos han arrojado agua en un intento por bajar la temperatura.
El reactor 3 es el más comprometido por desequilibrios internos en el sistema de presión.
A pesar de todo esto, el secretario de Energía de Estados Unidos, Steve Chu, se mostró moderadamente optimista sobre la solución de la crisis.
"Creemos que está en camino de resolverse, pero no quiero apresurarme a hacer una declaración definitiva al respecto", completó Chu.