Guillermo Hoyos y Luis Marcoleta nunca han coincidido en un campo de juego. La temporada pasada, mientras el técnico argentino levantaba la corona de campeón del Clausura, el profe Lucho, como lo llaman sus más cercanos, a cientos de kilómetros, celebraba el ascenso de Curicó Unido al fútbol de honor.

Su vida, sin embargo, los une en su fanatismo por la religión. Hoyos, católico, practica su fe desde su infancia. En 2014, mientras dirigía a Talleres de Córdoba, en Argentina, se viralizó un video en el que DT invitaba a sus jugadores a rezarle a una Virgen, que estaba en el camarín: "Esa imagen la sacaron y es interna, pero ¿cuántos vestuarios hacen tantas cosas? Uno ha jugado 20 años fútbol profesional. Pero esa virgen la regaló un sacerdote de una localidad que se llama Alta Gracia y que es la Virgen de Lourdes y bueno, hoy está ahí en el club. Así que yo, contento. Primero, porque realmente creemos en eso. No solamente yo, sino todo ese grupo. Y a partir de ahí es todo muy profundo", aclaró el actual técnico del monarca del fútbol chileno. Durante sus vacaciones, Hoyos siempre agenda una visita a la Virgen de Lourdes, en Francia.

En la U intenta mantener al margen su devoción.No ha instalado ningún elemento representativo que fomente el catolicismo, pero sí ha conversado con los más creyentes del equipo, como Christian Vilches. "Hemos compartido un par de palabras. No muchas, pero hemos tenido conversaciones muy gratificantes", comenta el Quili. Luis Montellano, ex ayudante del DT en la selección de Bolivia, agrega que "Hoyos es un tipo súper respetuoso. Reza antes de cada partido y se encomienda a Dios. Sin embargo, no obliga a nadie, ni conversa del tema si sabe que a alguien le incomoda". En la previa al último duelo ante San Luis, el argentino le envió un mensaje motivacional a todo el plantel, que recalcaba la figura de Dios: "No importa qué tan fuerte yo pueda ser. A diario clamo a Dios porque Él es mi fortaleza".

En la otra vereda, Luis Marcoleta profesa la religión evangélica. Es un creyente acérrimo que, incluso, convirtió a futbolistas como Julio Barroso, en su paso por Ñublense, en 2010. Hoy, el defensor de Colo Colo, es un fiel más de la religión evangélica. En esa misma temporada, Marcoleta logró el ascenso de los Diablos Rojos. En la previa, sorprendió al plantel con videos motivacionales que invitaban a tener fe: "El profe mostraba videos hermosos, cristianos y motivacionales que te hacían reflexionar. Les pedía a los jugadores que dijeran lo mejor del compañero. No era cabalero. No creía en esas cosas, pero sí en Dios, aunque no hablaba de él en las charlas", cuenta el utilero de ese entonces, Juan Zapata, alias el Bichi, a los diarios de la zona.

Hoy, sin embargo, intenta mantener el evangelio un poco alejado del equipo. Sabe que no todos comparten su misma pasión, más allá de la importancia que tiene en su vida. "Lucho es súper religioso, pero ha cambiado un poco. Ahora no mete el tema de la religión porque sabe que hay gente que no es evangélica. Él aprendió que hay que respetar las creencias de cada jugador. No se lo impusimos nosotros, ni nada. La base del éxito es lo sicológico, la unión del grupo, tener un compromiso de igualdad y respeto entre todos", comenta Pablo Milad, presidente de Curicó. Por su parte, el futbolista Rodrigo Riquelme, quien hoy no estará ante la U, entrega detalles del manejo evangélico del DT: "Es evangélico, pero en eso el profe es bien profesional. Guía a todo el grupo de la misma manera, sin importar la religión. Es un técnico muy correcto, consecuente y eso se valora mucho. Conversa de religión con los que sabe que comparten la misma línea".