Guillermo Allan, director de Cervecerías Budapest y Die M, y vocero de la Agrupación Gastronómica de Bilbao-Las Carretas, se refirió a la polémica que se ha generado en la comuna de La Reina por la no renovación de las patentes de más de cinco locales del sector.

El concejo municipal de la comuna determinó no renovar las patentes de venta de alcohol a los locales Bachata Rosa, Fuente Chica, Budapest, Birras y Relocos debido a los reclamos de los vecinos, que afirman vivir en un entorno inseguro y con constantes desórdenes en las noches.

"Nos acercamos a los concejales, a la municipalidad, teníamos toda la intención de hacer cosas por el barrio, como buenos vecinos. En un momento sí dijimos que no podíamos hacer cosas con respecto al problema vital, que son los estacionamientos, que ahí tenía que intervenir el municipio. A lo cual parece que no hubo respuesta y tomaron la decisión de no renovarnos nuestras patentes, el Concejo Municipal, por el tema del reclamo de los vecinos", señaló Allan a radio ADN.

Según el propietario de Budapest, "el concejo municipal se equivocó. Aquí lo único que faltó fue que cada ente hiciera su pega, nosotros como locatarios hacemos nuestra pega haciendo un acto de comercio, dando trabajo, pagando nuestros impuestos, nuestras patentes. Quisimos hacer más que eso, en cuanto a participar, pagar guardias, cooperar con la comunidad, cerrar más temprano de lo que nos permite la ley, darle un buen ambiente al sector".

Pero los locatarios del sector no pierden la esperanza. "Lo que sí me pareció muy bueno es que en el último concejo municipal hubo una muy buena disposición del alcalde de La Reina (Luis Montt) a que esto se solucionara por buena vía y no tener que llegar a los tribunales. El no quiere sacar a los locales de ahí, sino que quería llegar a buenas instancias", concluyó Allan.