Seis futbolistas del Shakhtar Donetsk, cinco brasileños y un argentino, se negaron a volver a Ucrania tras jugar el sábado un partido amistoso con el Olympique de Lyon. Una actitud que provocó la molesta reacción del presidente y dueño del club.
Douglas Costa, Alex Teixeira, Facundo Ferreyra, Fred, Dentinho y Ismaily no quisieron regresar a Donetsk, escenario de combates entre las fuerzas ucranianas y los rebeldes prorrusos.
"Si no vienen, van a sufrir las consecuencias", dijo el magnate Rinat Akhmetov, propietario de la institución, en un comunicado difundido por el club ucraniano.
Agregó que si no cumplen los contratos que les vinculan con el club, tendrán que pagar "decenas de millones de euros".
El entrenador del Shakhtar, Mircea Lucescu, acusó al agente de los jugadores, el británico de origen iraní Kiai Joorabchian, de aprovechar "la situación (en Ucrania) para secuestrarlos".
Ante la inseguridad que vive en Donetsk, Akhmetov aseguró hoy que el equipo jugará sus partidos como local en la vecina ciudad de Kharkiv. "No vamos a tener que correr riesgos. Jamás llevaríamos a los jugadores a zonas peligrosas", expresó.
Otro argentino, el delantero Sebastián Blanco, también se negó a reincorporarse a su club ucraniano, el Metalist Kharkiv.