Hace más de 25 años, la casona de cuatro pisos ubicada en calle Saphy 871, en la ciudad de Cusco, Perú, y donde se suicidó "Antares de la Luz" o Ramón Castillo se encuentra en total abandono.

Desde entonces el inmueble sólo ha sido ocupada por grupos de personas que se reúnen a beber alcohol o consumir drogas. Vecinos del sector también hablan de rituales "extraños", homicidios y torturas en su interior, es más, es conocida en el pueblo cusqueño como "la casa embrujada".

El dueño del inmueble, Juan José Guevara Paredes, pidió en noviembre de 2005 un permiso municipal para demolerlo, pero no pudo perseverar, ya que la Gerencia de Desarrolo Urbano y Rural Municipalidad provincial del Cusco, solicitaba a cambio un nuevo proyecto urbano.

"Tras seis meses de gestiones, nos vimos obligados a desistir en vista de las exigencias de la Sub Gerencia, que pretendía obligarnos a presentar un proyecto sustitutorio de construcción para reemplazar al inmueble mencionado, porque 'se había convertido en componente del perfil urbano de la zona'", indica Guevara en una nueva solicitud de demolición, a la que accedió La Tercera.

El suicidio del líder de la secta de Colliguay, fue la gota que rebasó el vaso, y motivó a Guevara a insistir en la destrucción total de la casa en ruinas.

Ayer, el propietario envió un nuevo documento a la Gerencia de Desarrollo Urbano y Rural del Cusco, donde solicita disponer la demolición del inmueble abandonado de 4 pisos ubicado en calle Saphy 871, según argumenta "por encontrarse en condición de inhabitable, en estado de completo deterioro y con rajaduras estructurales, representa un enorme riesgo para quienes transitan por la zona, cuya integridad física se vería afectada en caso de colapso de la edificación".

A diferencia del 2005, Guevara tiene la intención de utilizar el sitio del inmueble para construir un hostal turístico.