Pilar Mardones y Francisca Rivas debían hacer un buen papel en la final del Circuito Sudamericano de vóleibol playa, que en su versión femenina, se desarrolló este fin de semana en Resistencia, Argentina. Un buen papel les abriría las puertas de su primer Mundial.

Las nacionales llegaban como número cuatro del ranking subcontinental y a la cita en Austria había precisamente cuatro cupos. Pero la defensa de esa posición se hizo imposible.

El viernes, las nacionales abrieron el grupo cayendo por 0-2 ante las argentinas Ana Gallay y Georgina Klug, pero después derrotaron a las ecuatorianas Mishelle Molina y Briggitte Batioja, por 2-0.

El sábado cerraban su zona, y aunque cayeron por 2-1 contra las colombianas Claudia y Andrea Galindo, las nacionales clasificaron al repechaje.

Ahí se acabó el sueño de las nacionales, pues por el paso a las semifinales perdieron por 2-0 contra las venezolanas Norisbeth Agudo y Gabriela Brito.

Finalmente fueron séptimas del escalafón.

El título se lo llevó la pareja brasileña de Rebecca y Ana Patrícia.