Ebrahim Raisi, el candidato de los conservadores iraníes que busca derrotar a Rouhani
Este viernes los ciudadanos de Irán están convocados para elegir al Presidente del período 2017-2021. El clérigo es cercano al ayatola Alí Jamenei, el líder supremo, y es señalado como su posible sucesor.
Si el líder supremo iraní, el ayatola Alí Jamenei, tiene un preferido para las elecciones presidenciales de este viernes, ese debe ser el clérigo ultraconservador Ebrahim Raisi, de 56 años. El candidato de los sectores más conservadores, que buscan impedir un segundo gobierno del Presidente Hassan Rouhani, entre 2017 y 2021, ha sido señalado como una de las figuras para suceder a Jamenei.
Por eso mismo su postulación sorprendió, debido a que una derrota electoral podría minar sus posibilidades para tomar el testigo como líder supremo. Precisamente con el objetivo de aumentar las posibilidades del bando conservador fue que el alcalde de Teherán, Mohamed Baqer Qalibaf, bajó el lunes su postulación presidencial y le dio su apoyo a Raisi. En vista de esta jugada, en el bando reformista el primer Vicepresidente Eshaq Yahanguiri también renunció a su candidatura con tal de favorecer las opciones de Rouhani.
El nombre de Ebrahim Raisi como posible sucesor del ayatola Jamenei tomó fuerza el año pasado, cuando el líder supremo lo nombró rector del Mausoleo del Imam Reza, el centro más importante centro de peregrinación chiita, ubicado en Mashad. Los riesgos de competir en estos comicios son altísimos para un clérigo que tiene aspiraciones más altas que la Presidencia del país. Pero los analistas concuerdan con el hecho de que la campaña le brindó una exposición pública de la que carecía e incluso ha sido presentando como un salvador de los sectores más empobrecidos.
De hecho, ha prometido aumentar el subsidio mensual a los más pobres en 900.000 riales (unos 25 euros) sin explicar de dónde va a sacar ese dinero. El lema de su campaña es "Trabajo y dignidad, cambios a favor del pueblo", y apuesta por mejorar la economías y distribuir de mejor forma los subsidios. Según los medios iraníes, el discurso conservador de Raisi encuentra eco entre los religiosos y lejos de las grandes ciudades. Raisi considera que esos sectores se sienten abandonados por Rouhani, quien se ha enfocado más bien en la política exterior y la macroeconomía.
Cercano a Jamenei, ha realizado su carrera de funcionario en el sistema judicial y en los órganos de control islámicos. Entre 1989 y 1994 fue fiscal de Teherán, entre 1994 y 2004 fue jefe de la Organización General de Inspección, y en la década siguiente fue jefe adjunto del Poder Judicial. Luego, durante un año, fue fiscal general del país, y desde 2011 se desempeña como fiscal general especial para el clero, mando al que se accede por orden directa del líder supremo.
Raisi nació en diciembre de 1960 en Nogham, distrito de la ciudad santa de Mashad. Su abuelo y su padre eran clérigos. Estudió en las escuelas religiosas de su ciudad natal, pero a los 15 años se mudó a Qom para ingresar al seminario. Allí fue alumno de Jamenei. Pero Raisi luego amplió sus estudios y obtuvo un máster en Derecho Privado y un doctorado en Jurisprudencia y Derecho Privado. A partir de entonces entró en el sistema judicial como fiscal en Karaj, Hamedan y luego como fiscal adjunto en Teherán. En esa época fue miembro del comité que supervisó las ejecuciones de presos políticos en 1988.
En la actualidad es responsable de la organización a cargo de controlar que la población cumpla lo principios islámicos y jefe del consejo de control de televisión.
Ebrahim Raisi es yerno del clérigo ultraconservador Ahmad Alamolhoda, responsable del sermón del viernes en Mashad y que ganó notoriedad por prohibir en 2005 en esa urbe los conciertos, al asegurar que debido a su condición de ciudad santa no era lugar para "orgías" ni para escuchar música en directo. Raisi asumió esta decisión como bandera de campaña y dijo que "nadie en el país acepta los conciertos que rompen las normativas", y al hacer un contraste con las propuestas reformistas del Presidente Rouhani se preguntó: "¿Los conciertos son los problemas del país? ¿Los desempleados y los pobres no se reirán de nosotros?".
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