No sólo Austria elegía a su futuro Presidente, sino que las elecciones de este domingo en ese país se transformaron en una suerte de barómetro para medir la ola populista en Europa y otros puntos del planeta. Pero finalmente en las urnas se impuso el economista e intelectual Alexander Van der Bellen, de 72 años, frente ultranacionalista Norbert Hofer. El gran temor de parte importante de la sociedad austríaca y europea, era que Hofer se podría haber convertido en el primer gobernante de extrema derecha en Europa tras el fin de la Segunda Guerra.
Por eso, la victoria de Van der Bellen, antiguo líder del partido ecologista Los Verdes de Austria, puso paños fríos en Europa ante la preocupación de los socios de la Unión Europea (UE) ante la posibilidad de un gobierno de ultra derecha en uno de sus miembros. Hofer era el favorito y se esperaba una sorpresa electoral, tal como ocurrió en Reino Unido con el Brexit o con Donald Trump en Estados Unidos.
Desde el 22 de mayo que se esperaba esta votación. Ese día se celebraron en Austria las elecciones presidenciales, que dieron como ganador a Van der Bellen por apenas 31 mil votos frente a Hofer, cuyo partido (FRÖ) impugnó el resultado y logró la repetición de los comicios debido a las irregularidades presentadas en el recuento antes de tiempo del voto por correo y la filtración de resultados parciales, todo esto avalado por el Tribunal Constitucional.
Luego de seis meses los austríacos volvieron este domingo a las urnas y eligieron nuevamente al independiente Vander Bellen. Las proyecciones de los medios locales le otorgaron al ecologista el 53% de los votos, contra el 47% de su rival. Eso sí, esta vez, la diferencia habría sido de 300 mil votos.
Tras las primeras proyecciones, Hofer reconoció su derrota y felicitó al líder verde por su victoria. "Felicito a Alexander Van der Bellen por su éxito y pido a todos los austríacos que sigan unidos y trabajen juntos. Todos somos austríacos, no importan cómo hayamos decidido en las urnas", escribió Hofer en su cuenta de Facebook.
Austria dividida
Debido a la polarización que generó la contienda electoral, el país europeo quedó prácticamente partido en dos. Especialmente opuestas fueron las propuestas de ambos en cuanto a la crisis de los inmigrantes.
Precisamente, durante su campaña, Hofer se mostró como un defensor del cierre de las fronteras a la migración, rechazó al islam y advirtió de que entre los refugiados que llegan al país hay terroristas.
Por el contrario, el futuro mandatario defendió la multiculturalidad y es un europeísta convencido, que rechaza los cambios aprobados por el gobierno por endurecer el asilo y que cree que es necesario un mayor control para que Austria pueda recibir a los inmigrantes. Austria ha aceptado casi 90.000 peticiones de asilo en 2015 y otras 37.000 en lo que va de este año, según el diario El País.
El propio Van der Bellen es hijo de madre estonia y padre ruso de origen holandés, que escaparon de la revolución bolchevique en Rusia en 1917 para radicarse el Tirol austríaco. Fue ahí donde nació en 1944 y vivió hasta los 33 años, antes de trasladarse a Viena donde comenzó su carrera en el mundo académico para luego ingresar, aunque de forma bien tardía, a la política.