Italia cayó en recesión por tercera vez desde el 2008 en el segundo trimestre, un evento que pone de relieve la debilidad crónica de la tercera mayor economía de la zona euro y presiona al gobierno para que lleve a cabo las reformas que prometió.

Las cifras entregadas este miércoles por la agencia de estadísticas Istat mostraron que el Producto Interno Bruto se contrajo inesperadamente un 0,2% en el periodo abril-junio respecto al trimestre previo. Un sondeo de Reuters a economistas estimaba una expansión del 0,2%.

La economía también declinó un 0,1% en los meses de enero a marzo, lo que implica un regreso a la recesión, que se define por dos trimestres consecutivos de contracción.

Las acciones italianas caían tras la divulgación del dato y la prima de riesgo entre los bonos del Gobierno italiano a 10 años y los papeles referenciales alemanes se ampliaba.

El ministro de Economía Per Carlo Padoan dijo el miércoles a la cadena de televisión RAI que Italia no requeriría un presupuesto de emergencia, pese a las señales de que el crecimiento quedaría bajo las proyecciones sobre las cuales se basaron los planes de gastos e impuestos del 2014.

"La manera de salir adelante es continuar con la estrategia del Gobierno", declaró, agregando que era vital incentivar las reformas estructurales y la competitividad.

"No hay presupuesto suplementario a la vista. El Gobierno observa de cerca las finanzas públicas y no hay necesidad de otro presupuesto si se aplican controles de gastos", agregó.

En declaraciones previas, Padoan ha señalado que Italia registraría un déficit presupuestario en el 2014 dentro del límite de la Unión Europea del 3% del PIB.

Las proyecciones oficiales del Gobierno para el 2014 apuntan a un crecimiento del 0,8% y un déficit de 2,6% del PIB, pero tanto Padoan como el primer ministro Matteo Renzi han dicho que las condiciones económicas se han deteriorado más de lo esperado.

La situación ha sido avivada por una creciente especulación de que se requerirán medidas adicionales para cumplir con los objetivos presupuestarios de la Unión Europea.

Tras recibir señales alentadoras del Banco Central Europeo, los mercados financieros se han recuperado desde el 2011, cuando Italia quedó en el centro de una crisis que amenazó al futuro de toda la zona euro.

Pero el reporte del miércoles dejó en evidencia la falta de progresos para abordar los problemas fundamentales de una economía que se ha mantenido virtualmente estancada por más de una década. El Banco de Italia dijo el mes pasado que el PIB se había contraído un 9% desde el inicio de la crisis financiera mundial del 2007.