La economía suiza se contrajo inesperadamente en el segundo trimestre, una señal de que la crisis de deuda de la zona euro arrastró a un país que se había mostrado inmune a las turbulencias de la región y una justificación de las medidas implementadas para contener la apreciación del franco.
La sorpresiva contracción del 0,1 por ciento de la economía se hizo eco de señales similares en Suecia, otro país que no pertenece a la zona euro, pero que se ha empezado a hacer permeable al impacto de la crisis en Europa.
Hasta el momento, el Banco Nacional de Suiza parece haber tenido éxito en evitar los riesgos de una recesión o una deflación al contener el valor del franco en septiembre del 2011 en 1,2 por euro, lo que ha ayudado a mantener competitivas a las exportaciones del país.
"La economía suiza ha esquivado exitosamente la difícil tendencia de la zona euro por bastante tiempo", dijo Bernd Hartmann, jefe de investigaciones con inversiones de VP Bank.
"Sin embargo, la ligera contracción del segundo trimestre demuestra que la economía suiza no puede desacoplarse por completo. Los lazos con Europa son demasiado grandes", agregó.
Hasta ahora, la relativa solidez de la economía suiza despertó dudas sobre la necesidad de las medidas del banco central para contener al franco, que ha tenido que defender con la venta de cientos de miles de millones de francos por euros.
Sin embargo, el lunes aumentaron las evidencias en que la pérdida de confianza económica en la zona euro está afectando a otros países, al revelarse una contracción global en la actividad manufacturera.
Eso incluyó a Suecia, donde la actividad fabril se hundió a un mínimo de tres años y el desempleo aumentó. Suecia es sede de grandes exportadores globales como Volvo, el segundo mayor fabricante mundial de camiones, y Ericsson, que produce equipos para redes de telefonía móvil.
La industria química es el corazón de las exportaciones de Suiza, seguida de la maquinaria tecnológica y los medicamentos.
La contracción económica de Suiza fue la primera en nueve meses y sorprendió a los analistas, que anticipaban un crecimiento del 0,2 por ciento. La expansión del primer trimestre fue revisada a la baja a un 0,5%.
Las exportaciones de servicios en el segundo trimestre bajaron un 0,9 por ciento.
El presidente del banco central, Thomas Jordan, confirmó el lunes su compromiso para defender el límite de 1,20 euros por franco, al decir que una apreciación de la moneda local sería una gran amenaza para la economía.
El banco central ha predicho que la economía se desacelerará considerablemente en el segundo semestre, al pronosticar un crecimiento de un 1,5 por ciento en el año.
"Para lo que resta del año, esperamos que el crecimiento siga presionado. Aunque Suiza debería esquivar la recesión, el PIB apenas se expandiría", dijo la economista de Credit Suisse Maxime Botteron.
En la comparación interanual, el PIB del segundo trimestre creció un 0,5 por ciento, frente a los pronósticos de una expansión de un 1,6 por ciento. El crecimiento interanual del PIB del primer trimestre también fue revisado a la baja, a un 1,2 por ciento.