Sólo uno de cada cuatro jóvenes del 40% más pobre del país accede a la educación superior, según datos de Casen. El alto costo de los aranceles es una de las razones. Otra es el rendimiento en la PSU. Según estadísticas de la UCV, sólo el 8% de los alumnos de familias de nivel socioeconómico bajo obtienen más de 600 puntos.
Por eso, su participación en universidades de alta selectividad es marginal. En la U. de Chile, por ejemplo, de sus cinco mil seleccionados en 2010, poco más de mil alumnos tenía ingresos familiares de menos de $ 288 mil al mes. Y los que llegaron finalmente a matricularse, fueron bastante menos. Una situación que el plantel público quiere cambiar, colocándose una ambiciosa meta: que para 2015, el 20% de sus alumnos provenga del 40% más pobre de la población.
En la próxima admisión, el plantel ofrecerá 120 cupos destinados a alumnos de colegios públicos, que tengan buen rendimiento y que provengan de los dos primeros quintiles socioeconómicos. Y muy importante: que el liceo del que egrese atienda a poblaciones vulnerables. Eso, para evitar que los cupos se llenen con alumnos de liceos emblemáticos, quienes ya tienen acceso por su rendimiento a la universidad.
Cada facultad definirá los requisitos específicos, siguiendo el ejemplo de la Facultad de Ciencias Sociales este año, al abrir los primeros 21 cupos para Sicología y Antropología.
La Facultad de Economía abrirá 30 cupos (20 para Ingeniería Comercial y 10 para Ingeniería de Control y Gestión), la Facultad de Ciencias Sociales ampliará el beneficio a 41 vacantes; y Derecho, Periodismo, el Instituto de Asuntos Públicos y Veterinaria ofrecerán 10 cupos cada una. Fonoaudiología, Obstetricia y Nutrición tendrán seis cupos en total, mientras Medicina e Ingeniería estudian la opción para el 2013.
"Como facultad, queremos ampliar la diversidad de nuestros alumnos, porque es clave en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En la diversidad se encuentran otras opiniones y se aprende a argumentar", dice Javier Núñez, director de la escuela de Economía y Administración. La facultad es una de las de más altos puntajes de la U. de Chile y del país: su último matriculado en Ingeniería Comercial en la última admisión tuvo 715 puntos en la PSU. Por eso, no es de extrañar que el 70% de los alumnos de la carrera provenga de colegios privados. Una situación que las autoridades de la facultad querían resolver con las Becas de Excelencia Académica (BEA), que se abrieron en 2006, destinadas a los alumnos del 5% con mejores notas de colegios subvencionados y municipales, pero que obtuvieran un puntaje insuficiente en la PSU. En 2010, el último matriculado por esta vía logró 680 puntos. "Pero nos dimos cuenta de que gran parte de los alumnos BEA venía de los quintiles tres y cuatro, y de colegios subvencionados", dice Núñez.
Por eso, la facultad decidió abrir una convocatoria especial sólo para estudiantes de colegios municipales y vulnerables, que estén dentro del 10% mejor de su promoción. El puntaje requerido: 650 puntos, una barrera que la facultad determinó en base a estudios, que indicaban que menos haría difícil el rendimiento.
Esto reduce el público que podría optar al beneficio a unos dos mil alumnos, provenientes de 40 colegios de la Región Metropolitana. La facultad ya inició el contacto con estos colegios que, pese a su alta vulnerabilidad, logran puntajes mayores a 650 puntos.
Según evaluaciones de la Facultad de Ciencias Sociales, los alumnos beneficiados con los primeros cupos de equidad tuvieron un rendimiento igual e, incluso, superior que el de sus pares que ingresan por la vía normal.
Diversos estudios señalan que el estar dentro de los mejores alumnos del colegio es tan buen predictor del rendimiento en la universidad, como la PSU.
"El ranking relativo del colegio demuestra esfuerzo personal; y el que hayan superado los 600 puntos, indica que pueden insertarse y permanecer en la educación superior", dice el decano Marcelo Arnold.
Sin embargo, las facultades desplegarán programas de nivelación para garantizar que los alumnos no deserten. "El primer año habrá nivelación en comprensión discursiva, lectora y escritura. Además de darle la posibilidad y oportunidad, se les otorgará atención distinta, pero discreta para no estigmatizarlos", dice el decano de Derecho, Roberto Nahum.
En Economía, el programa, incluso, facilitará la inserción laboral.
La Facultad de Ingeniería de la UC también es de altos puntajes y, por tanto, de elite: el último matriculado este año, logró 770 puntos ponderados en la PSU. Como una forma de ampliar la diversidad, la facultad también abrió este año cupos especiales. La fórmula usada en este caso: ampliar la Beca de Excelencia Académica (BEA), destinada al 5% mejor de estudiantes de colegios subvencionados y municipales, que logren buenos puntajes en la PSU, pero no tanto como para matricularse por sí solos. "Por la admisión normal, matriculamos a 10 alumnos con becas BEA. Decidimos ampliar el beneficio a 20 alumnos más, quienes habrían estado en el número mil de la lista de espera", dice Luis Cifuentes, director de Responsabilidad Social. Para el 2012, repetirán la idea, aunque están estudiando los cupos. Otras facultades, como Derecho y Economía, también lo están estudiando.