Los motores aún no se enfriaban y, en Argentina y en algunos círculos del automovilismo chileno, hacían un ácido análisis de la inauguración formal del Autódromo Internacional de Codegua.

Retrasos en la cronología, producto  de cambios en el trazado de la última curva luego de un accidente en los entrenamientos del viernes del Súper TC2000, hicieron que las críticas fueran, más que ácidas, sulfúricas.

Que era un circuito en construcción, que el dibujo de la pista es muy lento, que a los pilotos argentinos les fastidia porque sólo hay curvas muy lentas, que los pianitos estaban descalzados respecto del asfalto, que las vías de escape en caso de despiste no eran apropiadas... En resumen, que era peligroso. Sensación incrementada por el duro golpe que se dio Facundo Ardusso en los primeros entrenamientos, al pisar fuera de pista a la entrada de la recta principal.

Si hubiese habido un libro de reclamos a disposición de los competidores, seguro eso se habría leído.

Todo sin considerar que el retraso en los tiempos programados, que hizo que las últimas vueltas de la final de la carrera principal del STC2000 no se viera por televisión abierta allende la cordillera, pues se acabó el tiempo. Con ello, el trastorno para los equipos y sus auspiciadores fue mayor. Eso hizo que, en algunos casos, la crítica se destemplara.

Para algunos, la sensación fue que los propietarios del circuito se preocuparon de la infraestructura que rodea la pista, pero no tanto del trazado en sí.

"Faltan muchas pequeñas cosas, es cierto. Pero están muy bien encaminados para tener un muy buen autódromo", afirma Néstor Girolami, piloto de Peugeot y puntero del campeonato del STC2000, quien subió al podio en Codegua.

Uno que podría haber coincidido con las críticas más duras es Esteban Guerrieri. El ex internacional trasandino estuvo ad portas de conseguir su mejor resultado en la competitiva serie, pero un golpe contra los criticados pianitos lo dejó apeado.

"Mi abandono no fue por un defecto del circuito, si no por un error mío. Pasé 15 centímetros más afuera de lo que debía y eso me costó caro. Efectivamente hay que mejorar algunas cosas, pero la pista tiene un enorme potencial, porque es muy técnica y completa", afirma el volante de Toyota.

Ambos pilotos coinciden en que Codegua no tiene un mal dibujo, pese a que la mayoría de las curvas sean de primera y segunda marcha.

"Es muy entretenida", apunta el Bebu, mientras que su colega complementa: "La primera mitad de la vuelta es lenta, pero con lugares de sobrepaso si eres agresivo; la segunda es un sinuoso rápido hermoso".

Afirman que lo que resta por mejorar, más allá de los pianos, son las vías de escape en caso de despiste. "Cosas que son detalles e inversiones menores respecto de todo lo que ya se ha hecho", siente Guerrieri, quien corrió más de una década en Europa.

Además, ambos sienten que la pista no amerita tanta crítica, porque no es un escenario peor a varios de los que usan en su país habitualmente.

Respecto de la polémica última curva, que no tenía buenos escapes y -al contrario- peligrosos muros a ambos lados de la zona de rodado, la opinión es unánime: debe mantenerse el dibujo, mejorando la seguridad de esa zona.  "Porque es la curva más linda, que se hace en tercera marcha a unos 160 kilómetros por hora", sentencia Guerrieri.

La Comisión Deportiva del Automóvil Club Argentino dejó sus recomendaciones a los gestores del circuito de Codegua. El propio Guerrieri deja sus datos para ponerse a disposición de los dueños del AIC, "para ayudar a realizar las mejoras necesarias" porque, más allá de las críticas, Chile está cerca de tener un lugar que permita al automovilismo de pista nacional, por fin, tener un escenario digno para carreras de buen nivel.