Ecuador llegó a Estados Unidos a disputar la Copa América Centenario con el aval de un prometedor arranque en Eliminatorias. El equipo de Gustavo Quinteros comparte con Uruguay la punta del camino rumbo a Rusia 2018 y, transcurridas seis fechas, se ha transformado en una de las selecciones que mejor juega de las diez que participan del proceso.
En Norteamérica, sin embargo, el juego se demoró en aparecer. De hecho, al partido frente a Haití, llegaron con la necesidad de ganar por al menos dos goles de diferencia para poder seguir en carrera. Los pálidos dos empates iniciales, 0-0 frente a Brasil y 2-2 contra Perú, no le dejaban margen de error frente a los centroamericanos y, además, los obligaba a redoblar esfuerzos para ratificar las credenciales con las que se presentaron al torneo.
Y cumplieron con creces. Desde el minuto inicial se vio una disposición diferente a los primeros dos encuentros. Más allá de las debilidades del rival, Ecuador pareció recuperar la forma del proceso clasificatorio. Así, durante los 90 minutos se vio un equipo fuerte físicamente, de amplio despliegue y mucho orden táctico. Con el valor agregado, además, de la presión intensa sobre la salida rival y una notable capacidad para retroceder de manera ordenada en jugadas defensivas y para posicionarse con mucha gente en el área rival en fase ofensiva.
Antes de los 10 minutos ya sumaban cuatro ocasiones claras de gol, mientras el característico "sí, se puede" de la fanaticada ecuatoriana se escuchaba en todos los rincones del estadio. A los 11', Enner Valencia hacía que el marcador fuera concordante con lo que sucedía en la defectuosa -casi impresentable- cancha del Metlife Stadium de Nueva Jersey.
El gol no cambió en nada el trámite de las acciones. Ecuador siguió insistiendo y Haití, con sus falencias y desprolijidades, apenas podía intentar pararse bien en defensa para alejar el peligro. Y pese a amplias muestras de voluntad y amor propio, Ecuador los sobrepasó. Por eso no sorprendió el 2-0, obra de Jaime Ayoví. A esas alturas, sólo la incapacidad en la definición de los Guayas impedían un marcador más abultado.
En el segundo tiempo Haití retrocedió todavía más. La idea parecía evitar una goleada, pero Ecuador parecía desatado y convencido de querer demostrar su fortaleza ofensiva. Christian Noboa aumentó la cuenta (57'), y sólo ahí parecieron relajarse y sentir la clasificación a cuartos de final como una realidad.
La vergüenza deportiva haitiana le permitió generarse opciones, sin embargo cuando no estuvo en orden la zaga, fue el meta Alexander Domínguez quien respondió de buena manera para sostener el triunfo y, por añadidura, la clasificación.
El 4-0 marcado cerca del final sólo sirvió para graficar más fielmente el desarrollo del encuentro. Ecuador apareció en el momento justo. Se metió entre los ocho mejores del torneo, donde no estaba desde Bolivia 1997. Casi veinte años después, van por el título en serio.