El gobierno de Rafael Correa, a través de su canciller, Ricardo Patiño, pidió una reunión con su par británico, William Hague, para dialogar sobre la salud del asilado fundador de Wikileaks, Julián Assange, y dijo confiar en que en torno a ésta no se produzca una situación lamentable.
"He insistido con el gobierno británico, en conversación con el embajador (en Quito), y le he manifestado mi deseo de volverme a reunir con el secretario de Exteriores, William Hague, para tratar este tema", dijo el ministro a periodistas.
Previamente, en una entrevista radial, Patiño manifestó que "ojalá no tengamos que lamentar una situación grave", refiriéndose a una eventual crisis de salud de Assange, quien se encuentra en la embajada de Quito en Londres desde el pasado 19 de junio.
Más temprano, el vicecanciller ecuatoriano, Marco Albuja, declaró a la radio La Voz de Rusia que su gobierno está "muy preocupado" por el australiano de 41 años, quien "adelgazó mucho". "Si se enferma, habrá que elegir entre dos alternativas: tratarlo en la embajada u hospitalizarlo. Es una situación muy seria y puede afectar los derechos de Assange", añadió Albuja.
"No sé exactamente cuál es la situación de salud, estoy llamando para preguntar porque he escuchado de algún problema en la vista, pero no lo puedo confirmar", aseveró.
"Como consecuencia de que el gobierno británico no ha entregado el salvoconducto, la salud de Julian Assange con seguridad está comenzado a minarse y eso es gravísimo, porque suponíamos que el gobierno británico defendía y respetaba los derechos humanos y las leyes internacionales", cuestionó el ministro de Exteriores.
Patiño recordó que ya le había manifestado su preocupación a Hague durante una reunión que mantuvieron en Nueva York el 27 de septiembre.
"Le dije: '¿Qué pasa si en algún momento Julian Assange tiene una crisis de salud. Yo voy a tener que sacarlo a un hospital y usted lo va a coger preso cuando ponga un pie fuera de la embajada'", refirió. El ministro contó en septiembre que Hague prometió responder a esa interrogante.
Patiño dijo que Quito ha comenzado a preocuparse "por la falta de respuesta jurídica, ética y humanitaria ante un problema que ellos (el gobierno británico) tienen que resolver". "Tienen todos los argumentos jurídicos para tomar la decisión de ofrecerle el salvoconducto y no lo están haciendo", subrayó.
Assange pidió asilo de Ecuador -obteniéndolo el 16 de agosto- para evitar su extradición a Suecia, que lo reclama por supuestos delitos sexuales.
El activista teme que el fin último sea entregarlo luego a Estados Unidos, donde podría ser condenado a pena de muerte por haber revelado documentos confidenciales de ese país.