Se trata del fideicomiso que este martes suscribieron el gobierno de Ecuador y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con el fin de canalizar los aportes que entregue la comunidad internacional a dicho proyecto ambiental.
La iniciativa, lanzada por Ecuador hace tres años, busca dejar bajo tierra y no explotar unos 846 millones de barriles de petróleo que se calcula existen en la reserva mundial de biosfera de Yasuní, en los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini, en la Amazonia ecuatoriana. Esto a cambio de una contribución internacional de US$3.600 millones, lo que representa el 50% de los fondos que recibiría el país al explotar el crudo.
El gobierno ecuatoriano ha difundido la iniciativa tanto en Estados Unidos y Europa, como entre los países árabes, y se espera que el fideicomiso suscrito este martes permita que países que han mostrado su respaldo político a la iniciativa concreten un compromiso económico, tal como lo anunció Alemania al ofrecer la entrega de US$50 millones anuales por los siguientes 13 años.
"Tenemos países, filántropos, empresas privadas interesadas, pero nos faltaba un instrumento financiero que permitiera concretar ese deseo de aportar y ser copartícipes", dijo la ministra Espinosa durante la firma del fideicomiso.
Por su parte, Rebeca Grynspan, administradora asociada del PNUD, resaltó "lo innovador, audaz y vanguardista que es este aporte de Ecuador para la humanidad, de señalar un camino distinto para que el mundo pueda desarrollarse, mejorar el bienestar de sus ciudadanos, pero también ser consciente del cambio climático".
CERTIFICADOS DE GARANTIA DEL YASUNI
El fideicomiso del proyecto Yasuní-ITT prevé la entrega a los aportantes de un Certificado de Garantía Yasuní, documento que permitirá a los contribuyentes reclamar sus recursos en caso de que Ecuador incumpla su compromiso. Tales certificados se otorgarán de acuerdo con el monto de contribución.
El directorio del fideicomiso estará conformado por tres representantes del gobierno, dos de los contribuyentes y uno de la sociedad civil.
Los fondos recaudados serán usados por Ecuador para proyectos de energía renovable, conservación de áreas protegidas, reforestación, inversión social, y ciencia y tecnología.
La ministra Espinosa viajará el próximo sábado a China para presentar la iniciativa Yasuní-ITT, mientras se preparan misiones del gobierno ecuatoriano a países europeos y árabes. Allí además se buscará promover el proyecto ambiental entre ciudadanos y organizaciones de la sociedad.
"DIFIICL HABLAR DE UN PLAN B"
La firma del fideicomiso del proyecto Yasuní-ITT se produce tras varios meses de discusiones entre Ecuador y el PNUD, y luego de que en enero pasado la anterior comisión técnica que impulsaba la iniciativa renunciara por discrepancias con el presidente Rafael Correa en torno a las condiciones del instrumento financiero.
El ex presidente de dicha comisión, Roque Sevilla, dijo a BBC Mundo que la suscripción del fideicomiso "es un paso fundamental" que "aunque demorado, determina que el gobierno está interesado en continuar adelante con el proyecto, y que el sector petrolero que estaba haciendo oposición ha perdido".
El presidente Correa había manifestado en forma reiterada en el pasado que si el proyecto Yasuní-ITT no se concretaba, el gobierno ejecutaría un "plan B" que significaría el inicio de la explotación en el Parque Yasuní.
Según Sevilla, con la firma del fideicomiso "se vuelve muy difícil para el gobierno todavía hablar de esa alternativa", más aún cuando "según sondeos, un 75% de los ecuatorianos apoyan el proyecto Yasuní-ITT, de tal manera que sería una medida muy impopular volver con el plan B de explotación del petróleo".
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