Lo que para cualquier mortal es cotidianidad pura, para Ed Sheeran (24) se sintetiza en un solo concepto. Breve y conciso, tal como sus palabras: un lujo. "Ya renuncié a ese lujo de la 'vida normal'. Para mí ya es así. Pero no es que me sienta desesperado por volver a ella, hoy disfruto mucho mi trabajo", define el cantautor a la hora de observar de cerca una existencia común que, hace al menos cuatro años, se desvaneció para siempre y se recicló en una suerte de tobogán donde se agita uno de los fenómenos artísticos más particulares de la última década.
Propietario de una facha sin estridencias, de una estampa bonachona que parece escapada de una convivencia parroquial, de un tono tímido y retraído, y de aseveraciones -como en esta entrevista- que apenas cronometran un par de segundos, el músico empezó a conocer la fama en 2010, cuando, tras reportar una serie de grabaciones independientes, fue invitado por el actor Jamie Foxx a su espacio radial en Los Angeles, lo que le valió un contrato inmediato con Atlantic Records. A partir de ahí, despachó dos álbumes, + (2011) y X (2014), totalizando más de 7.5 millones de discos vendidos y el estatus del solista más rentable de la última temporada.
Todo sustentado en un cancionero donde conviven la sensibilidad acústica, la candidez del pop más azucarado y el fraseo pendenciero del hip hop, junto a letras que retratan el destino de un veinteañero en pleno crecimiento. En esa línea, su oferta se vincula más con la de créditos como Taylor Swift: figuras que transforman sus álbumes en diarios de vida donde se tejen confesiones de corazones rotos, relaciones fracturadas, encuentros con amigotes y, en resumen, episodios de la vida real.
"Para ser honesto, yo escribo sólo de mi vida. Mi último disco es una especie de diario de vida, de escritos acerca de lo que me pasaba, los que desarrollé por años, sobre todo enfocados en mis relaciones y otras cosas", reafirma el músico, al teléfono con La Tercera desde Nueva Zelanda -la escala previa a su próximo paso por Sudamérica- y en un suceso que también ha alcanzado a Chile. El inglés debutará en el país el jueves 23 de este mes, en un concierto agendado en un principio para el Teatro Caupolicán, pero que luego de despachar todos sus boletos en cinco horas, fue trasladado a la Pista Atlética del Estadio Nacional, acondicionada para 14 mil personas (sólo quedan cerca de mil entradas a la venta).
¿Dónde está la clave de su éxito?
Uhm, me resulta difícil tratar de comprenderlo o explicarlo. Puede que en la honestidad. Simplemente puedo decir que me hace muy feliz todo lo que está pasando, es maravilloso. A medida que más gente te conoce, más grande te haces como artista, pero hasta ahora no encuentro ninguna razón para explicar lo que pasa. Quizás mi segundo disco ayudó a que mucha más gente me conociera.
En una escena donde el pop y el hip hop hacen gala de la ostentación y la fantasía, ¿el público necesitaba artistas como usted, que parecen gente normal y escriben de la vida real?
Creo que siempre van a existir compositores exitosos, en el estilo que sea. Yo no soy el primero y definitivamente tampoco seré el segundo, pero es importante que la audiencia tenga una amplia variedad para escoger cantantes.
¿Esperaba tener impacto en un lugar tan lejano como Chile?
De hecho, nunca pensé que iba a salir de Inglaterra y que iba a tener la posibilidad de viajar tan lejos. Ha sido increíble. Ni siquiera sabía que en Chile escuchaban mi música, ni menos imaginé que necesitarían de un espacio más grande para mi concierto. Estoy muy emocionado, quiero explorar, observar y absorber la cultura. Será la primera vez que pueda saber lo que los chilenos piensan, así que trataré de que todo sea entretenido.
Cuando el hombre tras el hit Sing revela que ni siquiera proyectaba salir de Inglaterra, su biografía demuestra que sus ambiciones siempre fueron estrechas. En su libro Ed Sheeran: A Visual Journey (2014), el cantautor cuenta que, antes de la fama, enfrentó muchas noches en que no tenía donde dormir y en que debió acomodarse en lugares como el metro londinense o el Palacio de Buckingham.
¿No es un poco surrealista que en 2012 haya entrado a ese mismo palacio a tocar como una de las principales estrellas del concierto de Jubileo de la Reina Isabel?
Totalmente, es verdad. Fue muy surrealista estar ahí. Jamás lo imaginé. Y ahora mismo, nunca había hecho esa conexión, la verdad...
Su biografía incluye episodios donde usted mismo vendía sus discos. ¿Fueron años muy duros?
Era bastante difícil, pero de todos modos sucedían cosas que disfrutaba. Honestamente, no me arrepiento de nada de lo que he hecho.
¿Extraña algo de esa vida?
Extraño el hecho de estar en Inglaterra, nunca estoy en casa, así que extraño los momentos en mi país.
Hace unos días, Zayn Malik dejó One Direction argumentando que deseaba una "vida normal". ¿A veces usted siente algo parecido?
Si, a veces es difícil enfrentar todo esto, pero la verdad es que me encanta, es lo que amo. Tiene sus desventajas, pero como cualquier otro trabajo. Y ya renuncié totalmente al lujo de la vida normal.
En su tema Take it back, usted califica a la célebre revista de música NME como "su enemigo". ¿Le preocupa lo que dice de usted la prensa?
Bueno, creo que NME está cada vez más fuera de circulación, apenas tienen 10 mil copias circulando. Esta vez ellos no criticaron mi disco, así que no sé si tiene algún sentido leerla, no es como la Biblia de la música, prefiero leer The Economist. NME es una revista muy pequeña, que puede poner algo en portada y al día siguiente algo diferente en su interior. Igual, trato de leer lo que se escribe de mí, como las críticas u opiniones.
Cuando deje de ser una estrella juvenil, ¿tiene un modelo a seguir de alguna figura adolescente que encaró bien la adultez?
Si, el ejemplo a seguir es Bob Dylan.
Pero él ha tenido muchas etapas en su vida adulta, ¿hay alguna que le guste más?
Si, la de Times they are a-changin', los comienzos.
¿Buscará la renovación con un próximo disco?
En estos momentos estoy enfocado en mi gira y de vez en cuando escribo, son canciones que van y vienen. Aún no he empezado a escribir el nuevo trabajo, pero definitivamente serán los mejores temas del lote.