El seleccionador de Argentina, Edgardo Bauza, reconoció que si bien el camino hacia el Mundial de Rusia 2018 será difícil y muy complicado, tiene confianza y sueña con lograr el tercer título para la selección albiceleste de la mano del capitán Lionel Messi.

Un predio de Ezeiza desierto con un sol primaveral tenue fue el contexto para una entrevista con Efe donde el entrenador argentino analizó la actualidad de la Albiceleste, que marcha quinta en las eliminatorias sudamericanas.

Además, se refirió al próximo doble desafío ante Brasil, el 10 de noviembre en Belo Horizonte, y ante Colombia, cinco días después en San Juan.

¿Cómo es la experiencia de ser técnico de la selección argentina? ¿Es realmente diferente a su experiencia en los distintos clubes que dirigió?

Es totalmente diferente. En el club tienes a los jugadores todos los días, puedes planificar el trabajo diario, semanal y tener una charla permanente solucionando problemas. Todo lo que hace a un equipo de fútbol. En la selección no pasa, el poco tiempo que tienes hay que aprovecharlo. Cuentas con la ventaja de tener jugadores de mucha jerarquía.

¿Cómo está viviendo esa experiencia?

Lo estoy viviendo con mucha intensidad, por la forma en que trabaja mi cabeza. Pasó el momento de alegría y de euforia y de tener seis partidos en tres meses, eso no ayudó a la adaptación. Encima tuvimos que jugar tres partidos sin Messi, que tampoco era lo ideal. Estoy tranquilo pero sabiendo de la responsabilidad que me toca y todo lo que implica ser el técnico de la selección.

¿Cuántas veces soñó con ser campeón del mundo?

Ya lo soñé, antes de aceptar este desafío. Lo soñé porque no entiendo esta profesión de otra manera. Yo cada vez que empiezo un año me imagino campeón, si no me tendría que dedicar a otra cosa. A este grupo también se lo dije. Me veo así. No escapo de las dificultades, y soy consciente que primero vamos a tener para clasificar, que es el primer objetivo.

¿Cuán importante es recuperar a Lionel Messi para la doble fecha de eliminatorias ante Brasil y Colombia?

Lionel, por su sola presencia, es muy motivante, porque todos los compañeros saben que en cualquier momento aparece su desequilibrio y que ese desequilibrio puede terminar en un gol o una jugada de gol. Es un plus. También es muy importante el problema que causa en el rival.

¿Cuánto se trabaja en el aspecto humano y anímico luego de los últimos tres partidos sin triunfos?

Tenemos que aprovechar el tiempo para conocernos, para darle la identidad que uno quiere al equipo. El técnico de la selección es un tipo que vive tomando decisiones y hay que tratar de no equivocarse.

Algunos jugadores luego de la derrota con Paraguay hablaron de un problema psicológico que les impide repetir en la selección lo que hacen en sus clubes. ¿Hay que trabajar en este aspecto?

Hay que hablarlo, hay que hacer catarsis. Lo estamos haciendo y lo vamos a seguir haciendo, porque como también son argentinos tienen que entender la idiosincrasia primero del periodismo argentino y después de la gente, que cree que salir segundo es un fracaso. Esa idea, que llegar a un Mundial y salir segundo es un fracaso, es el primer error. Dicen que un jugador no puede jugar en la selección porque erró un penal o erró un gol. Si uno se deja llevar por este tipo de cuestiones estaría cambiando los once jugadores en cada partido.

¿Las críticas a Messi que ha logrado revertir con el tiempo pueden ser un ejemplo para sus compañeros?

Lo primero que hay que hacer es sacarlo afuera, plantearlo: "Sí, la gente me critica, la gente me insulta porque erré un gol o por lo que sea". Hay que aceptarlo. Esa misma gente cuando demos la vuelta con la Copa del Mundo nos va a aplaudir.

¿Cuánto hubiera cambiado el panorama si Messi mantenía su decisión de no jugar más con el seleccionado luego de la Copa América Centenario?

Hubiéramos tenido que tratar de armar un equipo como lo hicimos de forma contingente, sabiendo que te privas de un jugador con tanto desequilibrio como tiene él. Pero, por suerte, lo tenemos. No es que Messi solo va a ganar el partido, sino que el equipo le tiene que dar las posibilidades para que él encuentre el lugar y el momento para que ese desequilibrio aparezca. Esto es así, es fundamental y lo saben.