El periodista Alan Cochrane es uno de los más reconocidos analistas políticos de Escocia. Actualmente, es el editor de la edición escocesa del diario The Telegraph. En conversación con La Tercera analiza el panorama en esa región, tras el referendo de ayer.
¿Cuáles son las principales consecuencias para Escocia si se concreta el triunfo del no?
En la actualidad, tenemos un Parlamento en Escocia que tiene poderes limitados. Ahora que ganó el No tendrá mayores poderes, entre los que se incluyen los relacionados con los impuestos. De esta forma, los impuestos que se recaudan aquí podrán ser gastados aquí y no se recibirá ese dinero desde Londres. Creo que esto tendrá consecuencias para Gales, Irlanda del Norte e Inglaterra. En términos sociales, durante la campaña hubo mucha división, no me refiero a actos violentos, pero sí muchas discusiones entre ambas partes, la gente se insultaba en las calles. Tuvimos la campaña más polarizada de nuestra historia. Otro aspecto que cambió es que tuvimos un récord de personas que votó, los mitin en el país eran muy concurridos, por lo que hemos visto una mayor cantidad de personas que ahora está interesada en política y espero que esto continúe.
¿Qué cree que ocurra con el espíritu independentista ahora?
Teniendo en cuenta cómo fue la campaña del referendo y el resultado, creo que la demanda por la independencia va a continuar. No sé qué es lo que pueda ocurrir, pero no creo que haya terminado aún.
¿Cómo califica al referendo? ¿cree que ha sido positivo o negativo para Escocia?
Ha sido positivo en el sentido que ha hecho que la gente se interese en la política y en las decisiones políticas, pero negativo porque ha dividido a la gente, a las familias, a las comunidades.
¿Cuáles fueron los motivos principales que originaron la causa por la independencia?
Durante 80 años, ha existido un debate nacionalista y ha crecido en fuerza en los últimos 20 años. Esencialmente creció por el desagrado que los escoceses tienen hacia Margaret Thatcher (ex premier durante 1979-1990), debido a sus medidas económicas que provocaron el cierre de muchas industrias importantes. El voto conservador pasó prácticamente completo hacia el Partido Nacional Escocés (que ahora lidera la independencia). Recientemente, los nacionalistas también han captado los votos de los laboristas en bastiones como Glasgow, Dundee y Aberdeen, porque también existe un gran descontento con los laboristas.