Nacido en Cochabamba, Bolivia, Edmundo Paz Soldán es uno de los escritores más influyentes de Latinoamérica. Radicado en Estados Unidos, el autor de "Palacio Quemado" (2006) e "Iris" (2014) ha escrito más de 11 novelas, diversos cuentos y ha recibido numerosas distinciones. A pesar de estar lejos de su país natal, sigue de cerca la política boliviana. En esta entrevista con La Tercera asegura que el Presidente Evo Morales es "un caudillo" que perdió legitimidad y que se ve a sí mismo como "imprescindible".
¿Cómo observa a Bolivia actualmente?
Es un momento complejo, pues el proyecto político de Evo Morales derivaba su fuerza de una abrumadora legitimidad popular. Pero esa legitimidad ya no está más ahí, y el régimen ha decidido saltarse la voluntad popular y sostenerse en el poder a como dé lugar.
¿Cómo describiría el liderazgo y la figura de Evo Morales? ¿Por qué busca mantenerse en el poder?
Evo es un caudillo que se ve a sí mismo como una figura imprescindible para conducir a los bolivianos a la tierra prometida; así lo ve también un tercio de los bolivianos hoy (alguna vez ese apoyo llegó a más de los dos tercios). Es cierto que hay un antes y un después de Evo en la política boliviana, que él formuló las bases de la nueva Bolivia. Pero eso no implica concluir que es imprescindible. De hecho, creo que ya vimos lo mejor de Evo, que su proyecto político se agotó y se sostiene en parte por la inercia del poder y por la falta de una alternativa opositora creíble.
¿Cómo observa la decisión del Tribunal Constitucional de habilitar al Presidente para un nuevo mandato?
Es un paso más en el uso político de las leyes para beneficio del Presidente. Evo debió haber dejado como herencia instituciones sólidas, tuvo más de diez años para hacerlo; sin embargo, hoy la justicia está profundamente deslegitimada, y esta habilitación no hace más que confirmar nuestras sospechas en torno a la corrupción del sistema judicial.
El Presidente ha dicho que los opositores fracasaron en su campaña en las elecciones judiciales. Pero el voto nulo tuvo más de 50% de apoyo. ¿Es un triunfo de la oposición?
Creo que es un triunfo del descontento popular. El rey está desnudo y el pueblo se da cuenta y se burla de él, solo que ninguno de sus seguidores cercanos se atreve a decírselo.
¿Cree que la oposición pueda unirse y encontrar una alternativa que le haga peso al Presidente?
A la oposición no le quedará otra cosa que unirse, pero es difícil que encuentre una alternativa de peso. Carlos Mesa es el que genera más consenso, pero acaba de anunciar que no quiere ser candidato.
¿Qué panorama proyecta para Bolivia?
El gobierno reforzará sus tendencias autoritarias para apuntalarse en el poder. Habrá protestas y desorden civil en las calles, porque hay una frustración mayoritaria que está buscando formas de canalizarse y no encuentra líderes o proyectos civiles que la encarnen. En el desorden, gana siempre el poder. Ojalá que todas estas protestas permitan la renovación de nuestros liderazgos, porque ese es nuestro gran problema.
¿Cómo cree que esto afecta a América Latina?
Bolivia es un país pequeño y no creo que esto afecte tanto como lo que ocurre en Venezuela o Brasil. Pero igual profundizará la crisis de la izquierda y el agotamiento de los proyectos neopopulistas que por un tiempo marcaron el paso en el continente.