En medio de los últimos preparativos para recibir el año nuevo, el 31 de diciembre de 1976 los chilenos recibieron una gran noticia deportiva desde Brasil. Ese día, hace exactamente 40 años, el legendario atleta nacional Edmundo Warnke ganó en Sao Paulo la clásica carrera de San Silveste, al al recorrer el trazado de 8,9 kilómetros en 23 minutos y 50 segundos.
A exactas cuatro décadas de la gesta, Warnke evoca su gran triunfo. "Me acuerdo siempre, son bonitos recuerdos. Guardo fotos, medallas, copas... lástima que ningún otro chileno la ha podido volver a ganar", cuenta a La Tercera desde su residencia en Alemania.
"Fue una carrera muy rápida. Habían subidas y luego el circuito se ponía plano. Era un año olímpico, en donde participaron muchos atletas que habían estado en los Juegos Olímpicos de ese año. Entre ellos, el portugués Carlos Lopes, quien ganó la medalla de plata en Montreal 1976 en los 10.000 metros planos", relata.
Warnke fue el segundo y último chileno que cruzó la meta en el primer lugar en San Silvestre. 28 años antes, en 1948, Raúl Inostroza se consagró en el circuito paulista. Y el nacional que estuvo más cerca de obtener un nuevo triunfo fue Omar Aguilar, quien escoltó al ecuatoriano Rolando Vera en 1987.
"Yo iba muy preparado. Venía de participar en Montreal (corrió los 5 mil y 10 mil metros planos). Me quedé con eso, y siempre pensaba estar entre los tres primeros. Entrenaba mucho, corriendo mil kilómetros al mes. Me preparé y tuve la suerte de darle el triunfo a Chile y ser reconocido en Europa por eso. Después tuve otras invitaciones para correr", rememora Warnke, quien en 1972 había rematado quinto en San Silvestre.
Edmundo Warnke reside en la ciudad de Nuremberg, Alemania. A sus 65 años, "me mantengo bien dentro de la edad. Hago ciclismo y troto", dice. "Participé en Seniors, pero llega un tiempo en que no se puede correr con los jóvenes", añade con algo de resignación.
Los miles de kilómetros no son obstáculo para que Warnke siga con atención todo lo que acontece con el deporte en su país de origen. "Estoy al tanto de todas las marcas de los chilenos", advierte con firmeza.
En general, opina que en el atletismo nacional "estamos un poco lejos. Hemos avanzado, pero todavía seguimos lejos de Europa y África, que ganan prácticamente todo en el medio fondo".
Otro lazo que lo mantiene unido con Chile es su sobrino Carlos Warnke, entrenador del maratonista olímpico Daniel Estrada. "A mi sobrino, que es profesor de educación física, le entrego planes de entrenamiento", narra.
Estrada y Víctor Aravena participaron en Río 2016 corriendo los 42.195 metros por las calles cariocas. Según Edmundo Warnke, el pupilo de su sobrino "pinta para bien. (En Río) corrió su segundo maratón. Ellos (junto con Aravena) son lo único que se ve de que puedan conseguir un nivel internacional".
"En general, el atletismo está bajo. Si sacamos a Natalia Ducó, que es la única que ha sobresalido y que está entre las 10 mejores del mundo en lanzamiento de la bala, no tenemos a nadie. En Chile no están dadas las condiciones económicas ni tampoco están los tiempos para entrenar. Entre el trabajo, la universidad, no queda tiempo", analiza.
Por otro lado, Warnke destacó que el también ex atleta Pablo Squella haya sido designado como ministro del Deporte: "Me parece bien. Es de otra generación, es más joven. Pero sabe bien cómo es el sistema en el atletismo. Sabe de lo problemático, del tema económico, de las becas... puede aportar. Me parece bien que el ministro sea alguien vinculado al deporte".
En la actualidad, Edmundo Warnke es jubilado, pero se dedica a la comercialización de maquinaria a clientes en Chile. De hecho, para el verano tiene planificado un viaje a Viña del Mar por asuntos de negocios, aunque también aprovechará para reunirse con otros veteranos ex atletas.