Eduardo Bitran, el vicepresidente ejecutivo de Corfo que lleva tres años pidiendo que Julio Ponce deje el control de SQM para llegar a un acuerdo por la explotación en el Salar de Atacama, lo quiere dejar en claro: el tema no es personal contra Ponce, sino que está mandatado por las más altas autoridades del país, específicamente desde La Moneda, en su cruzada.
El funcionario asume que la semana pasada la cerró con cierta frustración por no lograr una conciliación con la minera en el juicio arbitral que iniciaron en 2014. "Era un buen acuerdo para ambas partes", dice, y aunque la negociación está más que concluida, indica que si Ponce "recapacita" y cede en perder el control de la compañía, podrían sentarse a conversar, siempre y cuando sea en el marco del juicio que dirige el árbitro Héctor Humeres.
¿Cuál es el balance de lo ocurrido la semana pasada?
Nosotros seguimos pensando que Chile tiene una oportunidad de transformación productiva, y el litio del Salar de Atacama es una parte clave de todo esto. Y sí, hay una cierta frustración de darnos cuenta que la incapacidad de aceptar condiciones extraordinariamente razonables, por parte de SQM, de alguna manera pone en cierto riesgo la posibilidad de posicionarnos como líderes indiscutidos en este ámbito.
¿Por qué fracasó la conciliación?
Habíamos avanzado en ir constituyendo una serie de acuerdos que resolvían los temas pendientes, que son muchos, tanto en materia de contrato de arriendo, como del contrato de proyecto. El primero tiene que ver con los pagos, pero el de proyecto tiene que ver con si actuaste de buena fe como socio, como partner, y en qué medida, en ese mandato que se da para cuidar los intereses del dueño del salar -Corfo-, respetaste o aceptaste la integridad de la propiedad de Corfo en el salar. En todo eso avanzamos bien.
Y si hubo acuerdo en eso, ¿por qué no conciliaron?
Porque no fue posible tener ningún avance en lo que se refiere a gobiernos corporativos y estructura de control de SQM. No pudimos, y la posición nuestra ha sido muy clara, nosotros necesitamos que el controlador actual pierda el control.
¿Qué ofreció la Corfo y a cambio de qué?
Corfo obtenía regalías y comisiones de parte de SQM similares a las de Albermarle. Estamos renegociando el contrato de Albemarle, porque van con un nivel de producción de 80 mil a pasar a 140 mil toneladas, y resulta que hay una expectativa posible de que los precios resulten extraordinariamente altos. No es algo seguro, pero si los precios son superiores a US$ 12.000, las rentas económicas son enormes, entonces estamos estableciendo otro escalón, que es que sobre US$ 12 mil vamos a 60% de regalía, y eso mismo se estableció con SQM.
¿Qué más pidieron?
Pedimos que los derechos de agua que inscribieron a su nombre queden disponibles para cuando se termine el contrato, que se corrijan los deslindes y hagan su tarea para cuidar la integridad de la propiedad, que no superpongan derechos de propiedad, porque eso es sumamente agresivo.
¿Y qué pidió sobre el controlador en específico?
Lo que le pedimos es que pierda el voto dirimente, y básicamente pierda el control. Podría haber sido el voto dirimente o varias otras formas.
¿Deshacer el pacto con Kowa bastaba?
Por sí solo no bastaba, porque el vínculo es demasiado estrecho. Usted puede tener un pacto formal que se elimina, pero no sabemos cómo sigue la relación. Y también vimos en conjunto cuánto es lo que conviene expandir la cuota de litio por el interés del país.
¿Y por qué no extenderlo más allá del 2030?
Hemos estudiado fórmulas para resolver eso. Le valoramos el activo al final del periodo, por lo tanto, en la eventualidad de que no se gane la relicitación competitiva, se le compensa por toda la vida útil que queda de ese activo. En consecuencia, no hay argumento, está resuelto el problema.
¿Pero vale la pena una inversión si no tengo certeza de operarla?
Hay dos temas distintos, uno es la cuota de litio donde intervienen otros actores distintos a Corfo. Nosotros en la propuesta no teníamos ningún problema en modificar la cuota de litio para hacer un desarrollo que le convenga al país y a la compañía, hasta el 2030.
Pero a nadie le interesa hacer una inversión si la va a operar por unos años...
En el mundo está lleno de industrias, sobre todo en recursos naturales, que trabaja con plazos y con procesos de relicitación. La experiencia internacional muestra que los incumbentes tienen enormes ventajas en los procesos de relicitación, la probabilidad de seguir en el negocio es extraordinariamente alta. Lo que no puede ocurrir es que hagas inviable una relicitación, y SQM lo que estaba tratando de lograr es que cuando llegara el 2030, decirle a Corfo que era mejor negociar directo, porque ellos tenían los derechos mineros y de agua.
¿Hay alguna ventana de negociación hoy con SQM?
No hay más negociación con SQM. La única posibilidad es que Ponce recapacite y ceda el control, que acepte los términos que nosotros entregamos por escrito. El controlador recapacita, sus directores llevan esto al directorio de SQM, SQM cambia de opinión, va donde el árbitro y le dice que quiere un nuevo proceso de conciliación. Obviamente, siempre que el árbitro llame a un nuevo proceso de conciliación, nosotros vamos a considerar ir y ver qué es lo que nos están proponiendo.
Una de las defensas de SQM es que no puede pedir a un accionista que deje el control...
¿Usted quiere que yo les crea eso? ¿Cree que si Julio Ponce Lerou estaba dispuesto a ceder el voto dirimente, él no tenía ningún medio para hacer esa una decisión de la compañía SQM? Me cuesta creerlo.
Usted me dice que no es personal su disputa con Ponce, pero usted ha sido el vocero...
Yo soy el vocero, pero usted tiene que entender que un tema de estas características, con todas las implicancias políticas que tiene, he actuado con absoluta orientación y mandato de las más altas autoridades de este país.
¿De La Moneda?
De las más altas autoridades de este país.
Julio Ponce, en específico, ¿qué ha hecho mal?
Yo no soy juez y no me voy a involucrar en todos los casos que están abiertos...
Pero él no está formalizado en ninguno de los casos de financiamiento a la política, por ejemplo.
Bueno, el tema nuestro es con SQM. A nosotros nos interesa que SQM sea una empresa que trabaje de acuerdo a los estándares internacionales en materia de cumplimiento. Tenemos la convicción que el factor que ha incidido en crear una cultura de impunidad se llama Julio Ponce Lerou. Estamos convencidos.
Algunos lo han acusado de tener una obsesión con Ponce...
No, yo no conozco a Ponce, para mí el tema no es la persona de Ponce Lerou, sino que es lo que representa en términos de las formas que ha gestionado esa compañía, y la convicción de que esa compañía tiene que ser gestionada sin su control para que cambie.
SQM vale US$ 14 mil millones en bolsa, tiene extranjeros interesados en entrar, un recurso mineral extraordinario, ¿tan mal lo ha hecho?
Lo que estoy diciendo es que han realizado una serie de prácticas para hacer que el dueño del salar se quede prácticamente sin el salar. Es más, nosotros hemos tratado de plantearle a varios grupos empresariales chilenos que inviertan en esta compañía, como alternativa a Julio Ponce Lerou, y le tienen terror, les complica enormemente la contaminación de su imagen.
Usted habla de estándares internacionales, pero esta empresa está intervenida por la SEC y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, ¿no les da garantía?
No, porque ellos están preocupados de su ley de anticorrupción. Nosotros estamos preocupados de un montón de otros temas, como el ambiental, del cumplimiento de los contratos, de tener un buen socio para ir al mundo a ofrecer el país. ¿Cómo podemos hacer una alianza si tenemos toda esta desconfianza de que no van a actuar de buena fe?
¿Por qué cree que los otros accionistas no dicen nada?
No lo sé, no lo entiendo. La propuesta que hicimos es por el bien de la compañía, le crea enorme valor al país de hasta US$ 1.000 millones al 2030, pero también le crea valor a los accionistas, por lo que está en el interés de todos los accionistas, sobre todo cuando uno de ellos tiene 18 meses para vender.
¿Por qué sumó a Felipe Bulnes?
Felipe Bulnes no lo sumamos para que vaya a negociar con Sebastián Oddó. Lo contratamos porque él realizó una muy buena asesoría cuando hicimos el contrato con Albemarle,y logró un conocimiento profundo de un tema complejo, y le pedimos que nos asesorara a que este proceso con SQM quedara bien estructurado. El rol de él es mucho más amplio. En algún momento en el arbitraje, la contraparte dijo que la condición era un tema de los accionistas, entonces había que conversar con el presidente de las cascadas y contarle esto. Y así surgen las conversaciones entre Oddó y Felipe Bulnes.
¿Alguna vez hubo un acercamiento a una pérdida de control de Ponce?
Habían espacios, pero fue al final cuando la muralla se hizo inexpugnable.
¿Influyó la venta de Potash?
Puede influir, porque genera incertidumbre.
¿No le complica el legado para el país y el suyo por no renovar este contrato?
Sí, me preocupa, pero al mismo tiempo hemos generado una propuesta, que está por escrito, que la tiene el árbitro, que la tiene la Corfo como institución de Estado, y que nosotros estamos seguros que cualquiera sea la administración que venga va a evaluar esta propuesta, la va a considerar una muy buena, y van a perseverar en lograr que el controlador recapacite.
¿Qué va a hacer después de Corfo, le gustaría quedarse en la industria de la electromovilidad?
No, por ningún motivo. Yo tengo que alejarme de esta industria. Yo solo puedo cumplir a futuro en este ámbito roles públicos, desde la universidad probablemente pueda seguir estudiando y abordando temas, pero yo no puedo ni ahora ni por décadas, al menos, tener ningún vínculo contractual ni con Albermale, ni con SQM, ni con nadie.
¿Cree que el próximo gobierno va a tener la misma visión que usted?
Yo he conversado con mucha gente sobre lo que estamos haciendo y, en privado, hay un reconocimiento de que hemos actuado para proteger el interés público y generar también condiciones políticas que hagan viable un acuerdo, en el contexto de todos los problemas que han ocurrido de corrupción.
¿Siente frustración de no haber logrado un acuerdo?
Yo estoy convencido que más temprano que tarde, el controlador va a recapacitar. Y va a ceder.