La Casa Blanca reconoció hoy haber notado "un repunte de las amenazas" terroristas antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, que comienzan el 7 de febrero en Rusia, aunque señaló que no son "inusuales" por tratarse de un gran evento internacional.
"Hemos visto un repunte en las amenazas antes de los Juegos Olímpicos, lo que por supuesto es un motivo de preocupación. Sin embargo, no es inusual para un gran evento internacional", indicó Jay Carney, portavoz presidencial en su rueda de prensa diaria.
Carney reiteró que EE.UU. ha ofrecido asistencia a Rusia en materia de seguridad, pero que "obviamente como país anfitrión son ellos (los rusos) los que coordinan la seguridad del evento".
Precisamente, anoche el presidente estadounidense, Barack Obama, conversó telefónicamente con su homólogo ruso, Vladimir Putin, para abordar las cuestiones de seguridad antes del evento deportivo.
A comienzos de semana se reveló que el Pentágono ha elaborado un plan de contingencia en caso de que se produzca una emergencia en Sochi y, como parte del mismo, dos buques se han desplazado hacia el Mar Negro y aviones de transporte C-17 estarán disponibles desde una base estadounidense en Alemania.
El terrorismo está amenazando la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, el proyecto estrella del presidente Putin, después de que el pasado diciembre en la cercana ciudad de Volgogrado dos atentados suicidas causaron la muerte de más de 30 personas.
Las autoridades rusas han incrementado las medidas de seguridad y enviado miles de policías y agentes a la ciudad, cercana a la explosiva región del Cáucaso Norte, donde actúan grupos guerrilleros y terroristas islamistas.