Este domingo Washington reiteró la presión para que Rusia controle al presidente sirio Bashar al Asad, advirtiendo que otros ataques químicos serían "muy dañinos" para sus mutuas relaciones y sugirió que no habrá paz en Siria mientras Asad se mantenga en el poder.
Los principales asesores del presidente Donald Trump hicieron la ronda de los programas televisivos a fin de preparar el terreno para el enfrentamiento diplomático que tendrá lugar esta semana en Moscú, entre el secretario de Estado Rex Tillerson y el ministro de Relaciones Exteriores ruso Sergei Lavrov.
Tillerson expresó este domingo sus dudas sobre las verdaderas intenciones de Rusia en Siria, donde según él, se mostró "incapaz" de controlar la destrucción del arsenal químico del presidente sirio Bashar al Asad.
"Esto será parte de las discusiones que tendremos cuando esta semana esté en Moscú: le pediré al ministro de Relaciones Exteriores Lavrov y al gobierno ruso que respeten sus compromisos con la comunidad internacional", con la que acordaron "garantizar la eliminación de armas químicas", dijo Tillerson en una entrevista con la cadena ABC.
"Para mí no está claro por qué Rusia no ha sido capaz de cumplir esa misión. No quiero sacar la conclusión de que han sido cómplices, pero claramente han sido incompetentes y tal vez los sirios jugaron con ellos", agregó.
El régimen de Damasco es acusado por la comunidad internacional de un presunto ataque con armas químicas el martes que dejó al menos 87 muertos, entre ellos decenas de niños, en la localidad rebelde de Jan Sheijun.
En respuesta, Estados Unidos lanzó la noche del jueves un ataque con misiles Tomahawk contra la base aérea desde la que despegaron los aviones que lanzaron las presuntas armas químicas sobre Jan Sheijun, según Washington. Se trata de la primera intervención directa de Washington contra el régimen sirio.
"Claramente son aliados de Bashar al Asad", dijo Tillerson a propósito de los rusos. "Deberían influir sobre él y obligarlo a que no use más armas químicas", añadió.
Damasco negó haber perpetrado el ataque químico y el presidente ruso, Vladimir Putin, consideró las represalias estadounidenses como "una agresión contra un Estado soberano".
"No creo que los rusos quieran que se degraden las relaciones con Estados Unidos, pero se necesitarán muchas negociaciones y diálogo para comprender mejor qué relación quiere tener Rusia con nosotros", agregó Tillerson.
Por su parte, en Teherán el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei dijo que Estados Unidos ha cometido un "error estratégico" y prometió que Irán "no abandonará el terreno (...) ante las amenazas".
Y un centro común de operaciones en Damasco que incluye a Irán, Rusia y el Hezbolá libanés amenazó con represalias. "Reaccionaremos firmemente a cualquier agresión contra Siria y a cualquier violación de las líneas rojas, quien sea que la perpetre", señala un comunicado aparecido en el sitio web Al-Watan, un diario cercano al régimen sirio.