Estados Unidos condenó hoy "enérgicamente" el ataque de la milicia radical islámica somalí Al-Shabab al Parlamento somalí en Mogadiscio, en el que al menos murieron 25 personas, trece de ellas terroristas. 

"Extendemos nuestro afecto y condolencias a los afectados por este acto atroz de terrorismo y felicitamos a las fuerzas somalíes y de la Unión Africana por su respuesta rápida y valiente", dijo la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf, en un comunicado.

"Seguimos apoyando firmemente al Gobierno Federal de Somalia y a los muchos socios internacionales que trabajan para apoyar sus esfuerzos para erradicar la amenaza que representa Al-Shabab, y para construir un futuro más seguro y próspero para el pueblo somalí", agregó la portavoz.

Harf insistió, además, en que "actos cobardes" de este tipo no "frenarán" la determinación de Estados Unidos de acabar con esa milicia.

Los terroristas detonaron un coche bomba en la puerta principal de la Asamblea Nacional de Mogadiscio y accedieron después al interior, donde comenzaron a disparar e hirieron a cuatro diputados y siete soldados, junto a un número todavía indeterminado de civiles.

Siete milicianos de Al-Shabab entraron en la Cámara con uniformes de las fuerzas de seguridad con la intención de matar a los parlamentarios, pero los guardias resistieron el ataque y mataron a todos los atacantes.

El primer ministro somalí, Abdiweli Sheij Ahmed, ordenó a todos los cuerpos y agencias de seguridad tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los diputados, entre los que no ha habido fallecidos.

Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.