El Gobierno de Estados Unidos descartó tomar medidas contra el pastor de una iglesia en Florida, donde el mes pasado se quemó un ejemplar del Corán, hecho que provocó varios actos de violencia en Afganistán la semana pasada.
El pasado 20 de marzo, el pastor Terry Jones, de la iglesia Dove World Outreach Center en Gainesville (Florida), participó en un simulacro de juicio contra el Corán, en el que el texto sagrado del Islam fue declarado "culpable" y, frente a varios miembros de la iglesia, incluyendo a Jones, el pastor Wayne Sapp lo prendió en llamas.
Esa quema, grabada en un vídeo colocado en internet, suscitó el viernes pasado un ataque contra una oficina de Naciones Unidas en la ciudad afgana de Mazar-i-Sharif, que se saldó con la muerte de al menos diez personas.
"Absolutamente condenamos la quema de un texto sagrado. Creemos que es antiestadounidense e indebido, para comenzar. Segundo, nada justifica, absolutamente nada justifica, el tipo de violencia que vimos y que se cobró la vida de trabajadores de Naciones Unidas en Mazar-i-Sharif", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, durante su rueda de prensa diaria.
Preguntado sobre si el Gobierno piensa tomar medidas contra Jones, o comunicarse con él para evitar incidentes similares en el futuro, Carney contestó: "No nos interesa elevar (dar importancia) a alguien cuya conducta es inapropiada y antiestadounidense".
"Nuestro enfoque, sin embargo, es condenar los atroces actos que se cobraron la vida de trabajadores de la ONU en Afganistán", enfatizó Carney.
El portavoz recordó que tanto el presidente de EE.UU., Barack Obama, como el general David Petraeus, encargado de las tropas aliadas en Afganistán, y otros funcionarios del Gobierno estadounidense han condenado los ataques en ese país.
Carney puntualizó que "es importante notar que nada justifica la reacción (en Afganistán), absolutamente nada".
En un comunicado emitido el domingo, Jones criticó que Obama y Petraeus hayan condenado la profanación del libro sagrado de los musulmanes.
A su juicio, las declaraciones formuladas por Obama y el general Petraeus "son totalmente inconstitucionales".
Según Jones, "el trabajo del presidente de Estados Unidos y de cualquier otro funcionario del Gobierno es la defensa de la Constitución".
"Lo que hicimos", añadió Jones refiriéndose a la quema del Corán el mes pasado, "está dentro de nuestros derechos constitucionales".
Jones había amenazado en septiembre del año pasado con la quema del Corán en el aniversario de los atentados de 2001 en Nueva York, pero, tras presiones incluso de Obama, prometió no hacerlo.