La Agencia de Seguridad Nacional de  EE.UU. (NSA, sus siglas en inglés), accedió en 2010 a las redes de inteligencia de Corea del Norte a través de un software malicioso. Gracias a ello, pudo infectar miles de computadores del gobierno asiático. Y fue esta hebra, la que permitió que el gobierno de EE.UU. acusara con certeza a Pyongyang del ataque informático de Sony ocurrido el año pasado,  según divulgó el New York Times.

Según los últimos documentos filtrados de la NSA, el servicio de inteligencia atacó a través de las redes chinas y con ayuda de Corea del Sur. De esta manera, el gobierno estadounidense habría podido infiltrarse en las redes informáticas de hasta 6.000 mil funcionarios de la inteligencia informática de Corea del Norte.

Una fuente cercana al caso, entrevistada por el New York Times, dijo que establecer quién realizó un ataque cibernético es extremadamente difícil, por eso fue altamente extraño que el gobierno estadounidense haya sabido de inmediato que los norcoreanos eran los que estaban atacando a los servidores de Sony.

"Atribuir la fuente de los ataques informáticos es algo increíblemente difícil y lento. La velocidad y certeza con la que EE.UU. expresaron sus determinaciones respecto a Corea del Norte nos dice que algo fue distinto en este caso , que tenían algún tipo de información interna", señaló en el periódico neoyorquino James A. Lewis, experto en cibernética en el Centro de Estudios  Internacionales en Washington.

La gran mayoría de los hackers de Corea del Norte son dirigidos por el servicio de inteligencia del país. Es por esto  que las pruebas reunidas por este software instalado en 2010 por los norteamericanos, fueron más que suficiente para determinar que el ataque contra Sony había sido ejecutado por el gobierno de Kim Jong Un.

Actualmente existen dudas de por qué este programa estadounidense no advirtió a Sony sobre un posible ataque, ya que según fuentes cercanas a la NSA, desde septiembre se habían detectado correos con código malicioso en computadores de la productora.

Además, la investigación develó que los hackers habían pasado dos meses rastreando el mapa de los servidores de Sony tratando de  identificar carpetas y servidores para realizar el ataque.

Según el New York Times,  EE.UU. ha implantado softwares maliciosos y de vigilancia durante casi una década, para  generar destrucciones informáticas. La publicación agrega que Estados Unidos gasta miles de millones de dólares en tecnología, lo que ha sido crucial para averiguar programas nucleares de países como Irán.