"EE.UU. aún es parte del Acuerdo de París", promulgó Al Gore el sábado en Bonn, Alemania. El ex vicepresidente comanda una especie de "segunda delegación" de EE.UU. en la cumbre del clima que se desarrolla en esta ciudad (COP 23).
Esta delegación paralela, denominada US Climate Action Center, es financiada por el ex alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que según la Agencia Efe donó cerca de un millón de dólares. Bloomberg ha dicho que "los estadounidenses se sienten aún vinculados al Acuerdo de París" y "no hay nada que Washington pueda hacer para impedirlo".
Bloomberg hace alusión a las reglas impuestas por el ex Presidente Barack Obama, que impiden que EE.UU. salga del Acuerdo de París hasta 2020, los ha obligado a la delegación oficial -compuesta por 48 funcionarios, encabezada por Thomas Shannon y que ha mantenido un bajo perfil en la cita climática -a participar de las distintas reuniones que se han desarrollado en Bonn. Ello ha generado molestia en muchas delegaciones.
Por ejemplo, la Alianza Africana por la Justicia Climática (PACJA, por sus siglas en inglés), que engloba a más de mil ONG de este continente, ha pedido a la convención de cambio climático de la ONU que los delegados de EE.UU. sean expulsados de las reuniones en las que se negocian las reglas de un acuerdo del que no quieren formar parte.
En cambio, la delegación alternativa impulsa la iniciativa "America's Pledge" (El Compromiso de América), para promover una reducción de emisiones en EE.UU. entre un 26 y un 28% para 2025 respecto de 2005.
Fuentes de la negociación consultadas por Efe han reconocido que los delegados estadounidenses han hecho "poco ruido" en las reuniones de esta primera semana, algo que los activistas piden a los periodistas no mencionar "por temor" a que este mensaje pueda provocar "algún tipo de reacción por parte de (el Presidente Donald) Trump y de sus acólitos del sector de los combustibles fósiles".