Las operaciones militares estadounidenses en Libia le han costado al gobierno de Barack Obama US$ 750 millones, según manifestó el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates.
El funcionario dijo a los marines de la base de Camp Lejeune, en Carolina del Norte, que las operaciones se realizaron bajo el mandato de Naciones Unidas para la protección de civiles.
En tanto, una delegación de la oposición libia pidó a Estados Unidos establecer una línea de crédito para financiar el Consejo Nacional de Transición (CNT), empleando como aval los activos congelados del régimen de Muammar Gaddafi.
"Tenemos un problema financiero agudo", dijo hoy el primer ministro interino del CNT, Mahmud Gibral, en una conferencia en el centro de estudios Brookings Institution de Washington.
Gibral visitará mañana la Casa Blanca, donde expresará sus dos demandas más apremiantes: la necesidad de ayuda financiera para la oposición y la de que se reconozca al Consejo como único órgano político de Libia.
El gobierno de Obama ha evitado hasta el momento el reconocimiento político del órgano instalado en Bengasi, lo que imposibilita el desbloqueo de los hasta US$ 3.000 millones de fondos del régimen de Gaddafi y su uso para financiar a los insurgentes, como pide desde hace tiempo el CNT.