La directora del Consejo de Seguridad Nacional de Transporte (NTSB) de Estados Unidos, Deborah Hersman, señaló hoy que "aún se desconocen" las causas del incendio en las baterías de los Boeing 787 Dreamliners, pero se identificó el "origen" del fuego, que obligó a que este nuevo modelo deje de volar en todo el mundo.
Hersman agregó que aún queda un largo camino por delante para identificar las causas de los fallos de las baterías de litio que causaron el fuego en dos aeronaves operadas por compañías japonesas.
De este modo, casi un mes después de que la Administración Federal de Aviación (FAA) decidiera prohibir el vuelo a los nuevos modelos de Boeing, se mantiene la incógnita sobre las causas y no hay fecha para que los Dreamliners vuelvan al aire.
Asimismo, indicó que la certificación llevada a cabo por Boeing identificó que las probabilidades de un fuego en las baterías del Dreamliner aumentaban a partir de las diez millones de horas de vuelo. Sin embargo, dos eventos de estas características se produjeron cuando la flota de 787 había realizado menos de 100.000 horas de vuelo.
"La tasa de fallo es más alta de la prevista dentro del proceso de certificación por lo que la posibilidad de que un cortocircuito en una célula se propague a otras y origine un fuego debe ser reconsiderada", apuntó.
Los reguladores de Estados Unidos trabajan conjuntamente con los de Japón y Francia para determinar las causas de los incendios, que han dejado en tierra medio centenar de Dreamliners comercializados desde el pasado 16 de enero.
No obstante, la FAA autorizó hoy un vuelo de prueba de un Dreamliners 787 entre Dallas y Everett (Washington) en el que sólo viajará la tripulación. En tanto,la NTSB emitirá un nuevo reporte de la investigación en los próximos 30 días.