Estados Unidos tildó de "absolutamente falsas" y "sin base" las acusaciones de dirigentes del partido oficialista en Venezuela contra un embajador estadounidense por presuntamente planear un golpe de Estado y magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro, informó este jueves la portavoz del Departamento de Estado.

"Seamos claros, estas acusaciones son absolutamente falsas y sin base", dijo la portavoz Jen Psaki.

Dirigentes del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) acusaron el miércoles a un puñado de opositores venezolanos -incluida la  destituida diputada María Corina Machado- y al embajador de Estados Unidos en  Colombia, Kevin Whitaker, de planear un golpe de Estado y atentar contra la  vida de Maduro.

Acompañado por la plana mayor del PSUV, el alcalde del municipio Libertador  en Caracas, Jorge Rodríguez, exhibió ante la prensa cinco correos electrónicos de Machado y otros dirigentes opositores donde supuestamente discuten formas de  acelerar una crisis política para derrocar a Maduro.

Rodríguez señaló a Whitaker como coordinador "en un golpe de Estado con complicidad de políticos y civiles venezolanos", en el que estarían implicados  el banquero venezolano Eligio Cedeño, residente en Estados Unidos, y al ex presidenciable Henrique Salas Römer, entre otros.

Pero Psaki reiteró que "muchas veces el gobierno venezolano ha intentado  distraer de sus propias acciones culpando a Estados Unidos" y otros países de  sucesos ocurridos en Venezuela.

Maduro, que fue electo el 14 de abril de 2013, tras la muerte de su mentor  de Hugo Chávez, ha ordenado la expulsión de ocho funcionarios de la embajada y consulado estadounidenses y acusa a Washington de respaldar las protestas antigubernamentales que se registran desde febrero en Venezuela.

Las manifestaciones, azuzadas por la crisis económica con una inflación cercana a 60%, la escasez de productos básicos y la alta criminalidad, dejan 42  muertos, unos 800 heridos y más de 150 personas detenidas.

"Los asuntos verdaderos deben ser objeto de un diálogo serio e inclusivo  entre los venezolanos con acciones para atender los legítimos reclamos de los  venezolanos", afirmó Psaki.

Un paquete de sanciones contra funcionarios de Venezuela por supuestas  violaciones de derechos humanos durante las manifestaciones antigubernamentales  fue aprobado el miércoles por la cámara baja del Congreso estadounidense y está  bajo estudio en el Senado.

A pesar del apoyo legislativo a las sanciones, el Departamento de Estado ya  dejó claro en varias oportunidades que consideraba las sanciones una "opción",  pero que prefería impulsar el diálogo entre el gobierno y la oposición,  actualmente congelado.

Washington y Caracas, con una tumultuosa relación desde el gobierno de  Chávez, carecen de embajadores desde 2010, pero siguen siendo importantes  socios comerciales.