Tres alcaldes, dos parlamentarios y varios rabinos figuran entre los detenidos hoy en una gigantesca operación anticorrupción que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) llevó a cabo en Nueva Jersey.
Como si se tratara de un guión de Hollywood o de uno de los capítulos más completos de "Los Soprano", serie ambientada en Nueva Jersey, las autoridades detuvieron hoy a 44 personas en una operación iniciada contra varias bandas dedicadas al blanqueo de dinero y al tráfico de órganos, y en la que se acabó vinculando a una gran lista de funcionarios públicos.
"Los nombres y cargos de las personas detenidas hoy suenan a una lista de participantes en una reunión de líderes comunitarios, pero tristemente esos individuos no se encontraban en una sala de juntas sino en las dependencias del FBI", aseguró hoy Weysan Dun, el agente especial encargado de la operación.
Dun se refería así a la relevancia de las personas detenidas, entre las que destacan los alcaldes de Hoboken, Peter Cammarano; de Secaucus, Dennis Elwell, y Ridgefield, Anthony Suárez, así como los parlamentarios estatales L. Harvey Smith y Daniel Van Pelt.
Nueva Jersey volvía así hoy a ser noticia por un caso de corrupción, algo que, sin embargo, sorprende ya a pocos en Estados Unidos, ya que el conocido como "estado jardín" ha visto cómo, desde 2001, nada menos que 130 funcionarios públicos se declaraban culpables o eran condenados en casos similares.
"Esta investigación ha identificado una vez más una red de corrupción en la que participaban funcionarios públicos deseosos de obtener dinero a cambio de favores políticos", indicó por su parte el fiscal federal en Nueva Jersey, Ralph Marra, quien hizo públicas las detenciones, en una conferencia de prensa.
También fueron capturados la teniente de alcalde de Jersey City, Leona Beldini, el presidente del Concejo Municipal de esa ciudad, Mariano Vega, y el ex parlamentario estatal Louis Manzo, así como varios ex candidatos a cargos públicos de Nueva Jersey y miembros de departamentos estatales.
La mayoría de los funcionarios detenidos son acusados de haber aceptado sobornos a cambio de favores, por lo que se embolsaron durante años miles y miles de dólares, con los que incluso financiaron ilegalmente varias campañas políticas.
El fiscal federal Marra detalló que las autoridades llevaron a cabo dos vías de investigación, una encaminada a descubrir los sobornos políticos y otra centrada en varias organizaciones dedicadas al lavado de dinero, que operaban también en Nueva York.
Cientos de horas de grabaciones demuestran la inculpación de los detenidos en una operación que, según Marra, demuestra que, en ambos casos "la corrupción estaba muy extendida, era omnipresente".
Con las detenciones, el FBI recuperó amplias sumas de dinero en efectivo y recopiló numerosas pruebas inculpatorias contra figuras religiosas judías de alto rango en el municipio de Deal (Nueva Jersey) y en el barrio neoyorquino de Brooklyn.
Se trata de los rabinos principales de varias congregaciones de judíos sirios, así como de sus asociados y algunos familiares, que estarían involucrados en el lavado de una suma sin identificar, pero que podría ascender a decenas de millones de dólares.
Algunos de estos rabinos formarían parte de una organización que operaría también en Israel y que habría lavado grandes cantidades de dinero a través de asociaciones de caridad.
Entre los detenidos figura también el neoyorquino Levy Izhak Rosenbaum, a quien se acusa de haber traficado con órganos durante diez años, en los que habría vendido riñones para trasplantes por 160.000 dólares.
Estas detenciones se enmarcan en la tercera fase de una operación que el FBI, el Servicio de Rentas Internas (IRS) y Fiscalía Federal de Nueva Jersey ha llevado a cabo desde 2002.