Fósiles del esqueleto de 18 dinosaurios del desierto de Gobi, entre ellos dos tiranosaurios bataar, fueron devueltos al Gobierno de Mongolia, país desde el que se trasladaron a Estados Unidos de forma ilegal.
El fiscal federal de Nueva York, Preet Bharara, anunció el desenlace de un proceso de repatriación que ha durado dos años y que ya trasladó a Mongolia el fósil de otro tiranosaurio bataar que fue expuesto en una ceremonia en la capital mongola, Ulán Bator, en mayo de 2013.
"Una recuperación de esta clase es algo sin precedentes", señaló Bharara en la ceremonia de entrega.
En el nuevo lote de fósiles repatriados se encuentran, además de los esqueletos, dos tiranosaurios del Cretácico, el del dinosaurio vegetariano surolophus angustirostris, el de dos ovirraptores (conocidos por comerse los huevos de otros dinosaurios) y el de un anquilosaurio.
Entre las piezas más destacadas está, además, un fósil de un
nido de huevos de dinosaurio.
"Estamos muy orgullosos de haber participado a que estos esqueletos de dinosaurios regresen a su verdadero hogar", agregó Bharara.
En la ceremonia se señaló que algunos fueron ingresados ilegalmente a Estados Unidos con papeles aduaneros falsos, mientras otros fueron decomisados voluntariamente por un coleccionista británico.
Esta operación, en conjunto con el Departamento de Inmigración y Aduanas y el Servicio de Investigación Nacional, comenzó en marzo de 2012, cuando el Gobierno estadounidense inició los trámites de devolución de un esqueleto de tiranosaurio bataar de hace 70 millones de años, que se subastó por más de un millón de dólares.
Las investigaciones llevaron a la detención de quien había importado ilegalmente estos restos paleontológicos, Eric Prokopi, quien resultó tener todo un lote de fósiles introducidos en Estados Unidos de manera ilegal, pero se ofreció a colaborar en la investigación y acabó siendo condenado a solo tres meses de prisión el pasado 3 de julio.