Las autoridades antiterrorismo emitieron boletines de seguridad sobre posibles ataques en estadios, centros de entretenimiento y hoteles, la más reciente medida de advertencia de seguridad luego de que se descubriera un presunto complot terrorista en Denver y Nueva York.
El FBI y el Departamento de Seguridad Nacional enviaron el lunes dos boletines a la policía de todo el país, aunque acotaron que no conocían de complots específicos contra esos lugares.
En cambio describieron el interés constante de los terroristas en utilizar bombas de fabricación casera, coches bomba, o incluso aviones para atacar lugares concurridos e instaron a una aplicación más estricta de la ley y a la vigilancia por parte de la compañías privadas.
Una copia de los documentos señalan que estos lugares son objetivos atractivos para grupos como al-Qaida. Los boletines surgen poco después de una advertencia similar sobre los sistemas de tránsito y transporte masivo.
En los documentos emitidos el lunes, las autoridades señalan que un manual de entrenamiento de al-Qaida menciona específicamente "hacer explotar y destruir los lugares de diversión, inmoralidad y pecado (...) además de atacar centros económicos esenciales", como puntos de interés para red terrorista internacional.
Un comunicado conjunto del Departamento de Seguridad Nacional y el FBI señalaba que aunque las dependencias no cuentan con "información relacionada con las fechas, el lugar o el objetivo de algún ataque planeado, consideramos que es prudente aumentar las medidas de seguridad de nuestros asociados de seguridad locales con respecto a los objetivos de los terroristas y las tácticas empleadas en actividades terroristas anteriores".
Las autoridades acotaron que los boletines del control de la ley no están dirigidos a la población en general. De hecho, no es extraño recibir boletines sobre seguridad en hoteles, pero en la última semana se han emitido casi seis de ellos y la atención se ha concentrado en estos documentos por las investigaciones que se realizan en Nueva York y Denver. En el caso de Nueva York se trata de explosivos fabricados con peróxido de hidrógeno.
Por otra parte las autoridades de seguridad informaron que un hombre de Colorado podría haber planeado junto con otros detonar bombas, ocultas en mochilas, en trenes de Nueva York, como parte de un complot similar a los ataques ocurridos en los sistemas de transporte de Londres y Madrid.