El secretario de Defensa de EEUU, Chuck Hagel, ordenó el desplazamiento del portaaviones USS George Washington y otros barcos de la Armada a Filipinas para ayudar en las tareas de rescate y asistencia humanitaria tras el paso del tifón Haiyan.

El portaaviones, que transporta a 5.000 marineros y más de 80 aviones, se encuentra actualmente en Hong Kong y se espera que llegue a Filipinas en las próximas 48 a 72 horas, informó en un comunicado el portavoz del Pentágono, George Little.

Junto a él llegarán otros cinco barcos de la Armada: los cruceros USS Antietam y USS Cowpens, el destructor USS Mustin, el navío con suministros USNS Charles Drew y el destructor USS Lassen, éste último más avanzado puesto que ya partió el domingo hacia la región.

A bordo del portaaviones se encuentra el conjunto de aeronaves Carrier Air Wing Five (CVW-5), especializada en funciones como las tareas de rescate.

"Según se necesiten, estos barcos y aeronaves podrán proporcionar asistencia humanitaria, suministros y cuidados médicos que apoyen los esfuerzos liderados por el Gobierno y Ejército de la República de Filipinas", apuntó Little.

La ayuda se suma al despliegue este domingo de alrededor de 90 marines estadounidenses procedentes de la base aérea de Futenma, en Okinawa (Japón), que partieron el domingo hacia Filipinas a bordo de dos aeronaves Hercules KC-130J, según informó la Marina.

El objetivo inicial de la misión estadounidense "incluye búsqueda y rescate marítimo de superficie, apoyo con helicópteros de transporte, rescate aéreo y apoyo en transporte y logística con aviones", de acuerdo con el Pentágono.

El domingo, Hagel ordenó al Comando del Pacífico movilizarse para apoyar al devastado país, a petición del gobierno de Filipinas.

Por su parte, el Departamento de Estado anunció que está trabajando con Team Rubicon, una organización de veteranos de guerra estadounidenses especializados en la respuesta a desastres meteorológicos, para enviar un equipo al país asiático, y trabaja además para coordinar las donaciones a los supervivientes.

El Gobierno estadounidense desbloqueó este fin de semana 100.000 dólares para que la embajada estadounidense en Manila, a través de la agencia de desarrollo USAID, provea ayuda inmediata en agua, primeros auxilios y saneamiento a las víctimas del tifón, que según las primeras estimaciones pudo dejar unos 10.000 muertos.