Previendo que quizá no podría volver a su oficina de Nueva York, intercambió números de teléfono con sus colegas y habló con su supervisor, Paul Sheard, quien coincidió en que sería desastroso para los mercados que no se rescatara a Lehman.

"Mi jefe de aquel momento me dijo: 'Sabemos que va a ser un hecho devastador y por lo tanto no van a permitir que ocurra'. Y yo le dije: 'No lo sé; quizá sí lo hagan'", señaló Harris, actualmente co-responsable de investigación de economía mundial de Bank of America Corp.

Aunque la premonición de Harris se cumplió -la declaración de Lehman en quiebra el 15 de septiembre de 2008 exacerbó la peor crisis financiera desde la Gran Depresión-, la economía, con la ayuda de la Reserva Federal, se levantó de las ruinas "con una salud mucho más fuerte", agregó. Estados Unidos está capeando los recortes del presupuesto federal y el aumento de las cargas sociales, el crecimiento está repuntando y algunos economistas pronostican que la expansión, actualmente en su quinto año, podría durar más que la mayoría.

Las señales de resistencia están por todas partes: los hogares siguen gastando. Las compañías invierten y contratan personal. Las ventas de viviendas se recuperan y la industria automotriz mejora. Los bancos tienen balances más sanos y el crédito se está flexibilizando. Todo esto coincide con una economía que deja los excesos del pasado, como los niveles inmanejables de deuda de los consumidores y las empresas.

"Estamos en un lugar mucho mejor que hace cinco años", expresó Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics Inc. de West Chester, Pensilvania. "Los consumidores se sienten muchísimo mejor y los inversores sin duda también".

La confianza ha remontado al nivel más alto en cinco años y el Índice Standard  Poor's 500 subió 80% desde la recesión de 18 meses que terminó en junio de 2009.

"Considerando la situación traumática que atravesamos y el pánico de los mercados, a la economía le ha ido bastante bien" y está "lo suficientemente fuerte para sostenter precios de las acciones más altos", dijo John Carey, gerente de cartera de Pioneer Investment Management Inc. de Boston, que administra unos US$200.000 millones.

"Las acciones lucen atractivas por comparación con los bonos", y las acciones de los bancos regionales y relacionados con los consumidores son los que más se beneficiarán con el aumento del gasto y la demanda de crédito".

Después de meses de tironeos políticos, el Congreso el 1° de enero llegó a un acuerdo con el presidente Obama por el cual las cargas sociales volvieron a ser del 6,2%, tras haber bajado al 4,2%, evitándose un incremento general del impuesto a las ganancias. Los recortes del gasto federal comenzaron en marzo.

Pero incluso con estas limitaciones, el PIB siguió creciendo y, conforme los efectos de aquellas se vayan diluyendo, la expansión se acelerará en el segundo semestre de 2013, según una encuesta de Bloomberg.