Estados Unidos y sus aliados están evaluando sanciones específicas contra los líderes de Irán, en lugar de castigos más amplios que temen puedan perjudicar al movimiento de protestas, dijeron este martes funcionarios y diplomáticos.
Cada vez más frustrado por la postura iraní sobre su programa nuclear, el gobierno de Obama ha estado elaborando un "menú" de sanciones que podrían ser impuestas por Naciones Unidas o Estados Unidos y sus aliados europeos.
Funcionarios estadounidenses, asesores del Congreso y diplomáticos occidentales dijeron que el gobierno se ha mostrado cada vez más cauto de imponer sanciones generales contra el sector petrolero con el objetivo de desestabilizar la economía iraní.
Tales medidas, si bien son del gusto de varios legisladores estadounidenses, no sólo serían difíciles de promover en el Consejo de Seguridad de la ONU y en Europa, sino que podrían tener consecuencias no buscadas, como socavar el respaldo público al movimiento de oposición iraní, dijeron funcionarios y diplomáticos.
"Esto no se trata de poner a la economía de Irán de rodillas. Es sobre detener el programa de armas nucleares", dijo un diplomático occidental. Las sanciones extensas para desestabilizar la economía "sólo alimentarían la paranoia iraní" sobre occidente, según el diplomático, quien habló bajo condición de anonimato.
Ocho personas murieron en protestas contra el gobierno el domingo, e Irán ha ampliado su persecución contra los grupos, arrestando al menos a 20 figuras de la oposición.
El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha condenado lo que dijo era la "brutalidad del puño de hierro" utilizada para aplacar las protestas y demandaron la inmediata liberación de los detenidos.
PLAZO DE FIN DE AÑO
Irán ha rechazado el límite de fin de año impuesto por las potencias occidentales para que acepte un acuerdo de enriquecimiento que apunta a calmar los temores internacionales sobre que intenta construir armas nucleares.
Un funcionario de alto rango del Gobierno de Obama dijo que Washington ha renunciado a las esperanzas de un avance con Irán antes del 1 de enero, y no cree que las potencias occidentales vayan a tomar pasos concretos contra Teherán inmediatamente después de cumplido el plazo.
El funcionario dijo que las discusiones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre qué sanciones imponer no comenzarían antes de mediados de enero.
Las negociaciones podrían tomar varios meses.
El respaldo a sanciones más duras contra Irán ha aumentado en el Congreso de Estados Unidos, pero funcionarios del Gobierno de Obama han dicho en privado a importantes legisladores que en este momento la Casa Blanca no respalda leyes que disminuyan las importaciones iraníes de gasolina y otros productos refinados.
El portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, dijo que el gobierno quiere "asegurarse de que cualquier proyecto de ley que surja preserve la flexibilidad necesaria para continuar con la política del presidente".
Diplomáticos dijeron que Washington sabe que hay pocas opciones de reunir respaldo internacional para sanciones económicas severas, citando la resistencia de Rusia y China a sanciones mucho menores.