El Gobierno de Estados Unidos acusó hoy a Walter Kendall Myers, un ex funcionario del Departamento de Estado, y a su esposa, Gwendolyn Steingraber Myers, de espiar para Cuba durante 30 años.
Los dos fueron arrestados ayer por agentes del FBI, la policía federal, y hoy comparecieron ante un tribunal de Washington, informó el Gobierno.
Walter Myers, de 72 años, era conocido como "Agente 202" y su mujer, de 71 años, como "Agente 123" y "Agente E634", según el FBI. Ambos afrontan una pena máxima de 35 años de prisión si son condenados.
De acuerdo con el Gobierno estadounidense, Walter Myers, que contaba con autorización para ver documentos con el sello "Top Secret", entregó información confidencial al régimen de La Habana desde 1979, ayudado por su esposa, que trabajaba en un banco.
Myers fue profesor en el Instituto de Servicio Diplomático del Departamento de Estado y posteriormente analista de información de inteligencia sobre Europa, un puesto durante el cual tuvo acceso a las bases secretas de datos de Estados Unidos.
Desde agosto de 2006 hasta octubre de 2007, cuando se jubiló, Myers vio más de 200 informes secretos o "delicados" sobre Cuba, según la Fiscalía.
El FBI acumuló pruebas contra la pareja en una operación encubierta lanzada en abril, en la que un agente se hizo pasar por un miembro del servicio de inteligencia de Cuba.
Myers presuntamente accedió a darle información sobre la Cumbre de las Américas, que tuvo lugar en Trinidad y Tobago del 17 al 19 de abril y sobre funcionarios del Gobierno estadounidense encargados de la política de su país en América Latina.
La pareja dijo, además, haber pasado una tarde con Fidel Castro en 1995 y reconoció haber recibido mensajes cifrados del Servicio de Inteligencia Cubano, según el FBI.