La nueva relación diplomática entre Estados Unidos y Cuba que comenzó hace dos años se vio enturbiada el miércoles por lo que funcionarios estadounidenses creen se trató de una serie de extraños incidentes en los varios diplomáticos norteamericanos en La Habana sufrieron pérdida auditiva severa atribuida a un dispositivo sónico encubierto.
En el otoño de 2016, varios diplomáticos de Estados Unidos empezaron a sufrir una inexplicable pérdida auditiva, de acuerdo con funcionarios al tanto de la investigación del caso. Varios de los diplomáticos eran recién llegados en la embajada, que reabrió en 2015 como parte del restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba del entonces presidente Barack Obama.
Algunos de los síntomas que los diplomáticos presentaron eran tan severos que se vieron obligados a cancelar sus giras antes de tiempo y regresar a Estados Unidos, dijeron funcionarios. Después de meses de investigación, los funcionarios de Estados Unidos concluyeron que los diplomáticos habían sido expuestos a un dispositivo sónico avanzado que operaba fuera del rango del sonido perceptible y que había sido desplegado ya sea dentro o fuera de sus residencias.
No queda claro por el momento si el dispositivo era un arma usada en un ataque deliberado o si tenía otro propósito.
Los funcionarios estadounidenses no estaban autorizados para hablar sobre la investigación públicamente y hablaron bajo condición de anonimato.
Estados Unidos tomó represalias expulsando a dos diplomáticos de la embajada cubana en Washington el 23 de mayo, de acuerdo con la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert. No dijo cuántos diplomáticos estadounidenses fueron afectados ni confirmó si alguno sufrió de pérdida auditiva, lo único que señaló es que tenían "diversos síntomas físicos".
El gobierno de Cuba dijo a través de un comunicado el miércoles por la noche que "Cuba jamás ha permitido ni permitirá que el territorio cubano sea utilizado para cualquier acción en contra de funcionarios diplomáticos acreditados ni sus familiares, sin excepción".
El comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que fue informado de los incidentes el 17 de febrero y que inició una "investigación exhaustiva, prioritaria y urgente por indicación del más alto nivel del gobierno cubano".
Señaló que la decisión de que dos diplomáticos cubanos abandonaran el territorio de Estados Unidos fue "injustificada e infundada".
El ministerio dijo que creó un comité interinstitucional de expertos para el análisis de los hechos y reforzó las medidas de seguridad en la embajada de Estados Unidos y en las residencias de los diplomáticos estadounidenses.
"Cuba es considerada universalmente como un destino seguro para visitantes y diplomáticos extranjeros, incluidos los estadounidenses", se leyó en el comunicado.
Funcionarios estadounidenses dijeron a The Associated Press que unos cinco diplomáticos, algunos de ellos con sus esposas, habían resultado afectados y que ningún niño estuvo implicado. El FBI y el Servicio de Seguridad Diplomática ya investigan.
Cuba emplea un aparato de seguridad del Estado que mantiene a un número no revelado de personas bajo vigilancia, y diplomáticos estadounidenses son de los más monitoreados en la isla. Al igual que prácticamente todos los diplomáticos extranjeros en Cuba, los afectados por los incidentes vivían en viviendas pertenecientes y mantenidas por el gobierno cubano.
Sin embargo, funcionarios familiarizados con la pesquisa dijeron que los investigadores evalúan las posibilidades de que los incidentes hayan sido provocados por otro país, como Rusia, tal vez operando sin conocimiento de la cadena de mando formal cubana.
Los funcionarios estadounidenses no estaban autorizados para discutir públicamente sobre la investigación, así que hablaron a condición de mantener el anonimato.
Nauert dijo que los investigadores todavía no tenían una explicación definitiva sobre los incidentes pero recalcó que ellos toman esto "muy seriamente", como lo muestran las expulsiones de los diplomáticos.
"Solicitamos su salida como una medida recíproca dado que algunas asignaturas del personal estadounidense en La Habana tuvieron que ser reducidas debido a estos incidentes", explicó. "De acuerdo con la Convención de Viena, Cuba tiene la obligación de tomar medidas para proteger a los diplomáticos".
Los diplomáticos estadounidenses en Cuba dijeron que han sufrido acoso ocasional por años después de la restauración de lazos limitados con el gobierno comunista en la década de 1970, acoso que tuvo respuesta recíproca por parte de agentes de Estados Unidos contra diplomáticos cubanos en Washington. El uso de dispositivos sónicos para dañar intencionalmente a diplomáticos no tiene precedente.