El gobierno federal de Estados Unidos gastará US$884 millones para comprar más ingredientes y elaborar una vacuna para la gripe AH1N1, informó el departamento de Salud y Servicios Humanos.
Las farmacéuticas Sanofi Aventis, GlaxoSmithKline, Novartis y la unidad Medimmune de AstraZeneca recibirán el dinero bajo los contratos existentes, precisó en un comunicado el HHS (por sus siglas en inglés).
El HHS ya había asignado US$649 millones a la compra de vacunas elaboradas mediante el uso de virus AH1N1, más US$283 millones para la compra de coadyuvantes, ingredientes que ayudan a fortalecer el sistema inmunitario y hacen que la vacuna funcione mejor.
"La medida que estamos tomando hoy proporcionará flexibilidad en un futuro programa de inmunización, si se recomienda un programa", dijo en un comunicado Kathleen Sebelius, secretaria del HHS.
El contrato otorga a Sanofi US$61.4 millones para vacunas, US$71.4 millones a Glaxo para su coadyuvante, US$346 millones a Novartis para vacunas y US$61 millones a Medimmune para su vacuna en spray nasal.
Asesores de Estados Unidos se reunirán este mes para decidir la necesidad de una campaña de vacunación para los estadounidenses.
Antes de octubre no estará preparada ninguna vacuna y las compañías se han quejado que los virus que les han dado para elaborar vacunas no se desarrollan bien, lo que significa que pueden no ser capaces de producir tantas como habían esperado.
La semana pasada, Sebelius dijo que el gobierno federal de Estados Unidos pagaría una campaña de vacunación contra la influenza AH1N1 pero indicó que era probable que buscara el reembolso de aseguradoras privadas.
Junto con esto, señaló que los trabajadores de la salud deberían ser los primeros en ser vacunados para poder cuidar a los pacientes durante la pandemia.
Sebellius afirmó que parecía que la campaña se centraría en los adultos jóvenes y niños mayores y en las personas con condiciones de salud subyacentes como asma y embarazo, que es más probable que desarrollen síntomas severos de la influenza.
Los ensayos en voluntarios humanos comenzarán en agosto para confirmar que la vacuna es segura y para determinar la dosis necesaria.