El encargado del dinero de la Asociación de Golf de Estados Unidos (USGA) dice que el deporte tiene un plan de recuperación económica que incluso un rescate gubernamental no puede igualar: Tiger Woods.
"Él es nuestro propio dinero TARP", dijo en una entrevista Pete Bevacqua, director comercial de USGA, en el "Open" de Estados Unidos, que empieza hoy en el Black Course de Bethpage State Park, en Farmingdale, Nueva York.
Miembros del Congreso de Estados Unidos hicieron del golf un emblema de los excesos al analizar los gastos de los bancos, especialmente de aquellos que recibieron dinero dentro del Programa de Ayuda para Activos Problemáticos (TARP). Ejecutivos de las instituciones que recibieron fondos gubernamentales del plan de rescate no quisieron ser vistos gastando dinero de los contribuyentes en el golf.
El legislador Barney Frank, Demócrata por Massachusetts que preside la Comisión de Servicios Financieros del Congreso, criticó en febrero a Northern Trust Corp. después de que informaciones señalaran que el banco, que recibió ayuda del TARP, ofreció fiestas durante un evento de PGA Tour que patrocinó en la zona de Los Ángeles. En una carta al consejero delegado de Northern Trust, Frederick Waddell, él y otros 17 miembros Demócratas de la Comisión dijeron que estaban "desalentados y enfurecidos". El portavoz de Frank, Steven Adamske, no contestó a los correos en busca de comentarios.
"Lo que ha pasado ha puesto al patrocinio del golf en el lado negativo de la percepción pública", dijo Casey Alexander, que cubre el sector del golf para Guilford Securities Inc., con sede en Nueva York. "Está en la lista radioactiva".
Northern Trust dijo la semana pasada que planea devolver US$1.600 millones en fondos de rescate después de que recibiera permiso del Tesoro para hacerlo.
EL EFECTO WOODS
Bevacqua está entre quienes cuentan con Woods, triple campeón del "Open" de Estados Unidos, para ayudar a mantener a flote el sector porque él atrae a muchos aficionados. Las audiencias de televisión aumentan hasta un 50% cuando compite.
Incluso Woods, que con 33 años ha ganado más veces los principales torneos que ningún otro golfista, excepto Jack Nicklaus, y que ha ganado más de US$100 millones en premios de torneos desde que se hizo profesional en 1996, podría necesitar ayuda.
PGA Tour de Estados Unidos ha sentido el efecto de la pérdida de patrocinadores; el principal circuito de golf del mundo redujo en $500.000 el premio en metálico del "St. Jude Classic" en Memphis, Tennessee, que tuvo lugar la semana pasada. Y aunque el delegado de PGA Tour, Tim Finchem, advierte que la agenda no ha perdido ningún torneo, hay dudas sobre el "Buick Open" en Grand Blanc, Michigan, después de que General Motors Corp. se declarara en quiebra hace tres semanas. GM está preparándose para una comparecencia el 30 de junio sobre la venta de sus marcas Buick, Chevrolet y Cadillac a una nueva empresa del Gobierno.
Patrocinar un torneo de PGA, que incluye derechos de promoción de marca, cuesta normalmente entre US$5 y US$6 millones.
George Fellows, presidente y consejero delegado de Callaway Golf Co., está entre quienes dicen que el deporte ha sido injustamente retratado por el Congreso y otros ajenos al deporte.
"Hubo gente que dijo cosas sobre el golf que simplemente eran absurdas", dijo Fellows en una entrevista. "Por la economía muchas cosas han sido demonizadas y demonizadas de forma inadecuada".