El 25 de julio de 1960, Ernest Hemingway hizo sus maletas y abandonó precipitadamente su casa en Cuba. No se preocupó de llevarse todas sus pertenencias de Finca Vigía. Según la mayoría de sus biógrafos, el autor de Adiós a las armas se habría comenzado a sentir incómodo con la revolución de Fidel Castro, pero hay una nueva versión: fue presionado para dejar la isla por Estados Unidos.
Así lo aseguró la directora del Museo Hemingway de La Habana, Ada Rosa Alfonso, al diario cubano Juventud Rebelde. "Es un hecho que lo forzaron a irse. Hemingway nunca tuvo problemas con el gobierno cubano", sostuvo Alfonso. Habría sido el embajador de EEUU en Cuba de la época, Philip Wilson Bonsal, quien impulsó al escritor a partir. Es más: "Hemingway era un objetivo del FBI. Mi opinión es que fue perseguido", dijo la investigadora.