Las agencias de Inteligencia de Estados Unidos han identificado a cerca de una docena de ciudadanos que han viajado a Siria para luchar con los yihadistas del Estado Islámico (EI) en ese país y en Irak, según informaron fuentes oficiales al diario The New York Times.
A medida que el EI se hacía más fuerte en los últimos meses, más extranjeros se desplazaban a Siria para luchar en sus filas, lo que ha obligado a las autoridades europeas y estadounidenses a aumentar sus recursos para detenerlos antes de salir de sus países de origen, explicaron las mismas fuentes.
Según su relato, el EI se ha hecho más atractivo que Al Qaeda para los potenciales combatientes porque el territorio que controla lo rige con una estricta ley islámica. "Ellos pueden llamarse a sí mismos la verdadera yihad", dijo al diario un funcionario estadounidense.
Otro de los factores que, según las fuentes del NYT, atrae del EI es la "brutalidad" de sus prácticas. Este mes publicaron un vídeo con la decapitación del periodista estadounidense James Foley y hoy ha trascendido que el reportero y al menos otros tres rehenes fueron sometidos a la tortura del "submarino", una exclusiva del Washington Post.
Se estima que más de un centenar de estadounidenses han luchado con grupos rebeldes -no sólo con el EI- desde el comienzo de la guerra civil en Siria hace tres años. Desde enero de este año hasta ahora el número de ciudadanos de EE.UU. combatiendo en Siria se ha duplicado, precisaron las fuentes del NYT.
A medida que los conflictos en Irak y Siria se recrudecen, es más difícil para las autoridades estadounidenses detener a los futuros combatientes antes de abandonen suelo nacional. En muchos casos saben que hay ciudadanos suyos en esos combates hasta mucho después de su marcha.
El FBI intenta verificar en estos momentos, según el diario, los informes sobre dos estadounidenses que habrían sido asesinados luchando con el EI en Siria.