Cadáveres, pulmones enfermos y bocas infectadas son algunas de las imágenes que encontrarán quienes compren una cajetilla de tabaco en EE.UU. a partir de octubre de 2012, informó hoy la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

Los paquetes llevarán obligatoriamente impresa una de las nueve imágenes seleccionadas por científicos y usuarios de Internet a partir de un total de 36, y que hoy reveló la FDA en su página web.

La agresiva campaña, ya anunciada por el Departamento de Salud el pasado noviembre, acompaña las imágenes con advertencias más grandes y gráficas que nunca, dadas hoy a conocer.

Así, los fumadores pueden encontrar la frase "los cigarrillos son adictivos" junto a la imagen de un hombre que exhala el humo del tabaco a través de un agujero en la garganta.

Otra de las cajetillas mostrará a un hombre con respiración asistida junto a una advertencia sobre las enfermedades pulmonares, mientras que en una tercera puede verse a un bebé al lado de una nube de humo.

Un debilitado recién nacido en una incubadora acompaña el aviso sobre fumar durante el embarazo, mientras que la advertencia sobre el cáncer aparece al lado de una boca infectada, y la frase "fumar puede matarle" se muestra junto a un cadáver en la morgue.

Una vez revisado un estudio realizado a más de 18.000 personas y otros informes científicos, la FDA y el Departamento de Salud procederán a implantar la nueva normativa, que exige que las advertencias gráficas formen parte del 20 por ciento de la publicidad de cada marca. 

El tabaco es la principal causa de muertes evitables en Estados Unidos, donde mata a 443.000 personas al año y a 1.200 al día.

Aunque el número de fumadores ha bajado significativamente en el país en los últimos 40 años, ese declive se ha estancado recientemente, y hoy alrededor de un 20 por ciento de la población -46 millones de adultos- consume cigarrillos. 

Entre los estudiantes de escuela secundaria, hay un 19,5 por ciento de fumadores, según cifras oficiales.

La nueva medida, similar a la impulsada en varios países europeos, forma parte de una ley promulgada en junio de 2009 por el presidente Barack Obama, que entrega al Gobierno el control de la producción, venta y publicidad del tabaco pese a las objeciones de la industria, obligada a revelar todos sus ingredientes. 

El objetivo de la ley, además de lograr una disminución notable de las muertes por tabaco, es conseguir un ahorro anual de unos 100.000 millones de dólares en gastos por atención médica.