Las autoridades estadounidenses instaron hoy a los residentes a que reduzcan su consumo de energía eléctrica después de un apagón que afectó a más de 5 millones de personas en California, Arizona y en el Estado mexicano de Baja California.
El apagón comenzó anoche y provocó tacos en el tránsito, atrapó a personas en los ascensores, detuvo los trenes en las vías y obligó a la suspensión de operaciones de dos reactores de energía nuclear.
California ISO, la empresa que opera la red de distribución de electricidad en el Estado indicó que el apagón afectó casi 1,4 millones de clientes, que representan unos 3,5 millones de personas, tan solo en el Condado de San Diego.
El apagón se debió a una interrupción de la corriente en una línea de alto voltaje entre los Estados de Arizona y California.
El Servicio de Energía de Arizona, en un comunicado, describió la causa del apagón como "un incidente generado por un empleado" que reemplazaba un equipo en una subestación cercana a la ciudad de Yuma.
Pero el vicepresidente de la firma, Daniel Froetscher, en una conferencia de prensa dijo que era prematura la atribución del apagón a un error humano y que se necesitarán varios días para que se complete la investigación.
A su vez, la compañía San Diego Gas and Electric calificó el incidente como "un apagón importante" en un comunicado publicado en su página web. El director de operaciones de la compañía, Mike Niggli, descartó que el apagón fuese resultado de un ataque terrorista.
"Creo que es la primera vez que se cae todo el sistema", apuntó Niggli. La falta de corriente se dejó notar también en el sur del condado de Orange, al norte de San Diego, en puntos del noroeste mexicano y Baja California, así como en Arizona, al este, donde la compañía eléctrica cree que se originó la avería.
La empresa, a través de Twitter, apuntó a la ola de calor que padece la región desde el miércoles, con temperaturas en torno a los 40 grados en algunos puntos, como uno de los factores causantes de la falta de luz. La planta nuclear de San Onofre, en el sur de California, apagó sus dos reactores, como es protocolo en caso de avería eléctrica, aunque sus gestores subrayaron que no representa un peligro al público.