Estados Unidos solicitó al gobierno de Bahréin que actúe con moderación frente a las protestas populares contra el gobierno luego de que en la madrugada de este jueves las fuerzas de seguridad dispersaron a cientos de personas de la plaza Perla de Manama, provocando la muerte cuatro personas y cientos de heridos.

El jueves decenas de tanques de guerra recorrieron las calles de Manama luego de que a los militares se le ordenó reforzar el control.

Este viernes miles de personas se congregaron para asistir a los funerales de la víctimas de la represión, izando pancartas y gritando consignas contra el gobierno.

El uso de la fuerza militar es un tema de confrontación para la familia real de Bahréin y la población de mayoría chiíta, que constituyen el grueso de los manifestantes.

Desde la independencia del Reino Unido en 1971, las tensiones entre la élite sunita y los menos prósperos chiitas han provocado hechos de violencia.

PREOCUPACION
Según el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos, la Casa Blanca enfrenta con Bahréin un dilema similar al que vivió al comienzo de las manifestaciones en Egipto.

En el emirato, EE.UU. tiene un aliado sólido, pero también dice reconocer la legitimidad de las demandas populares y, sobre todo, rechaza la represión.

Este jueves, el nuevo portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, aseguró que el gobierno estadounidense "cree firmemente que la violencia no es la reacción apropiada". Además recordó que los manifestantes "protestan pacíficamente en favor de demandas razonables para que se les incluya en el proceso político".

Mientras tanto, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, conversó telefónicamente con su homólogo del emirato, el jeque Jaled bin Ahmed al Jalifa, justamente para comunicarle la preocupación de Washington.

Clinton exhortó al gobierno bahreiní a asegurarse de que los rezos y funerales programados para el viernes no se tiñeran de violencia.

En una visita realizada al reino en diciembre de 2010, Clinton dijo sentirse "impresionada por el compromiso mostrado por el gobierno de avanzar por el sendero democrático".

Aunque no se ha retractado en su declaración, sí ha dejado claro que el país necesita "reformas políticas reales y significativas".

LA QUINTA FLOTA

El secretario de Defensa, Robert Gates, también habló con su contraparte bahreiní, aunque su oficina no aclaró el contenido de la conversación, más allá de referirse a la situación de seguridad.

"Así como Egipto es políticamente crucial para la estrategia de la Casa Blanca en el Medio Oriente, Bahréin lo es militarmente"
, explica Chirinos.

El país es la sede de la quinta flota de la marina estadounidense, que tiene la función de velar por la seguridad de las rutas petroleras en esa parte del mundo, especialmente cuidando lo que consideran la amenaza militar iraní.

Sin embargo, aclara el corresponsal, de profundizarse las protestas es posible que la posición de la Casa Blanca se incline más hacia el pueblo que hacia el gobierno de Bahréin, en una movida similar a lo que sucedió con Egipto.

Se espera que este viernes se lleve a cabo una manifestación a favor del gobierno, a pesar de que hace pocas horas el gobierno prohibió las reuniones públicas.