EEUU intenta sumar a Turquía en su lucha contra el Estado Islámico

Aunque oficialmente Turquía forma parte de la coalición internacional contra el grupo radical yihadista, su papel hasta la fecha no quedado definido, aún cuando ya han pasado dos meses desde que la alianza se formó.




El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió hoy con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, tras las diferencias públicas entre ambos líderes y las profundas divergencias sobre la milicia terrorista Estado Islámico.

Según la agencia de noticias estatal Anadolu, la reunión duró aproximadamente tres horas y media.

Aunque oficialmente Turquía forma parte de la coalición internacional contra el grupo radical yihadista, su papel hasta la fecha no quedado definido, aún cuando ya han pasado dos meses desde que la alianza se formó.

Turquía accedió a entrenar a los rebeldes sirios moderados que apoya Occidente en Siria, pero por ahora no se ha llegado a ningún acuerdo sobre a cuántos efectivos formar y cuándo comenzar la instrucción. 

Biden anunció que Estados Unidos entregará 135 millones de dólares adicionales en ayuda humanitaria para los civiles afectadas por el conflicto en Siria, según un comunicado de la Casa Blanca.

Hay una creciente preocupación de que Siria, sumida en una guerra civil desde hace más de tres años, se enfrentará a una escasez de alimentos en este invierno. Los refugiados en los países vecinos, incluida Turquía, también están sufriendo penurias.

Estados Unidos presiona además a su aliado de la OTAN para que permita el uso de su base aérea en Incirlik, lo que situaría a los aviones de la coalición mucho más cerca de los objetivos a atacar en Irak y Siria. Pero hasta el momento Turquía no se ha pronunciado sobre si da permiso para el uso de la base.

Erdogan tiene su propias demandas a Estados Unidos. Más que derrotar a la milicia terrorista de EI, el ex jefe de gobierno y ahora presidente turco quiere que se imponga una zona de prohibición de vuelo en el norte de Siria y pide que la coalición se centre en expulsar al presidente sirio Bashar al Assad. 

"Estamos de acuerdo con los turcos de que es necesario que haya una transición política en Siria", dijo un alto funcionario del gobierno de Estados Unidos antes de la reunión, pero hizo hincapié en que la amenaza yihadista es la mayor preocupación de Washington.

"Una de las razones por las que sería útil tener más acceso a las instalaciones turcas es que tendremos potencialmente más capacidad para apoyar a las fuerzas de oposición (moderadas), que luchan contra el EI," dijo el funcionario.

Turquía ha sido durante mucho tiempo un defensor de los grupos de oposición que luchan contra Al Assad.

El mes pasado Biden dijo en un encuentro universitario en Estados Unidos que en los primeros días de la guerra civil siria, que comenzó en 2011, Erdogan dejó que los cazas sobrevolaran Turquía para luchar contra Al Assad en la vecina Siria y ayudó a grupos radicales.  Estas declaraciones enojaron a Erdogan, lo que llevó a que Casa Blanca informara que Biden había llamado al presidente turco para disculparse. Posteriormente el vicepresidente negó haberlo hecho, aumentando así la tensión.

El vicepresidente estadounidense llegó la noche del viernes a Estambul, donde se reunió con el primer ministro Ahmet Davutoglu.

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