Australia anunció hoy que deportará a Estados Unidos a un estadounidense que se declaró culpable de haber asesinado a su esposa mientras buceaba y después de que Washington aceptara no condenarle a muerte.

Una portavoz del Departamento de Inmigración australiano explicó que Gabriel Watson será entregado en los próximos días a las autoridades de EEUU, que "no buscarán, impondrán o aplicarán la pena capital". 

Watson salió la semana pasada en libertad tras cumplir una sentencia de 18 meses de prisión por haber matado a su mujer mientras ambos practicaban submarinismo durante su luna de miel en la Gran Barrera de Coral en 2003.

Durante el juicio celebrado hace dos años, el estadounidense admitió que cerró la llave de la bombona de oxígeno a su mujer y la volvió a abrir cuando ya estaba muerta, para evitar ser inculpado. 

Inicialmente, los forenses no se percataron de ese detalle, y Watson pudo salir de Australia.

Sin embargo, en 2008 se arrepintió, decidió regresar a Australia para rendir cuentas ante la justicia y se entregó a su llegada al aeropuerto de Brisbane.

Watson explicó que mientras él era un experto submarinista, su esposa -con la que se había casado once días antes- apenas había realizado un par de inmersiones, aunque nunca reveló el motivo que le llevó a cometer el crimen.

El estadounidense se enfrentará en su país a un juicio por asesinato en el estado de Alabama, donde reside la familia de la víctima.