El gobierno de Barack Obama se manifestó hoy "profundamente alarmado" por las informaciones de presuntos nuevos ataques del gobierno sirio contra bastiones rebeldes y calificó de una "escalada muy grave" en el incumplimiento del plan de paz Annan el "espantoso" uso de helicópteros contra civiles.
"Estados Unidos se une al enviado especial Kofi Annan en manifestar una profunda alerma por las informaciones desde el interior de Siria de que el régimen podría estar organizando otra masacre", dijo la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Según fuentes activistas, el objetivo sería el poblado de Al Haffa. Además, informaron que al menos 29 personas murieron cuando tropas del gobierno de Bashar Assad atacaron este lunes varios bastiones opositores del centro y el este del país.
El Ejército empleó helicópteros para rastrear las posiciones rebeldes en Al Rastan, en la provincia de Homs, en un intento por recuperar el control de la ciudad, en manos desde hace meses del opositor Ejército Libre Sirio, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Nuland advirtió de que estas informaciones, de ser confirmadas, implicarían una "escalada muy grave" de la violencia en contra del plan de Annan.
El bloqueo por parte de fuerzas del régimen para impedir la entrada a Al Haffa de observadores militares de Naciones Unidas "constituye otra violación del compromiso del régimen a cooperar con la misión de supervisión de la ONU en Siria", agregó la vocera.
"En general, las fuerzas sirias ya han escalado su represión, en desafío directo de sus compromisos con el Plan Annan, al usar ahora espantosas nuevas prácticas, incluida disparar contra civiles desde el aire por helicópteros, a lo que se une el uso de fuerzas irregulares, las 'Shabiha'", denunció Nuland.
"Esto constituye una escalada muy grave", subrayó y, recordando lo que denominó las "lecciones de Bosnia", le envió un mensaje contundente a los oficiales del Ejército sirio: "La comunidad internacional tiene capacidad de saber, y lo hace, qué unidades fueron responsables de crímenes contra la humanidad. Y (sus comandantes) serán hechos responsables por sus acciones", advirtió.
Pese a todo, Nuland volvió a descartar hoy una intervención militar internacional similar a la que se produjo en Libia y abogó por continuar las sanciones económicas.
"Existe la preocupación de que introducir a fuerzas militares extranjeras en esa situación, que está al borde de convertirse en una guerra civil, podría convertirla en una guerra subsidiaria", señaló.
Por eso, agregó, "la mejor acción aquí es usar toda la presión económica y política que podamos para apartar de Al Assad a aquellos que siguen obedeciendo sus órdenes, a esos miembros de la élite empresarial que siguen apoyándolo y lograr que los observadores vayan a los sitios que nos preocupan. Y es Al Assad el que está bloqueando todas esas medidas", denunció.